viernes. 29.03.2024

Desde el mismo momento en que se firmó el contrato de rehabilitación del islote de La Fermina, el consejero de Turismo del Gobierno de Canarias advirtió del grado de dificultad de la intervención por las limitaciones de acceso al islote y la capacidad de carga que puede soportar el puente que conduce a él. En efecto, el ritmo de los trabajos se ha visto afectado por este obstáculo, pero en ningún caso hasta el punto de situar las obras fuera de plazo, así lo garantizó a esta redacción una fuente de la Consejería de Turismo del Ejecutivo regional. “Los técnicos nos han confirmado que la obra está en plazo”, señaló.

De hecho, a la entrada del puente es más que visible una señal que prohíbe la entrada de vehículos de 3,5 o más toneladas. Sin duda, la limitación en el tráfico de carga pesada representa la mayor incomodidad para los ejecutores del proyecto. Así, el peso que puede llevar un solo camión ha tendido que transportarse en varios para no debilitar la plataforma. La rehabilitación de La Fermina, adjudicada por el Gobierno canario a la Unión Temporal de Empresas Lanzagrava - Sampol, está presupuestada en 1.838.510.162 euros.

Plan de Calidad Turística

La obra hace parte del Plan de Infraestructura y Calidad Turística redactado por la Consejería de Turismo del Ejecutivo regional. Según explicó en su día el consejero Manuel Fajardo Feo, el Gobierno adjudicó el concurso pensando siempre en conservar el espíritu de la idea concebida para el islote que tenía el fallecido artista lanzaroteño César Manrique. La rehabilitación de La Fermina contempla como elemento fundamental la adecuación del lago piscina, alrededor del cual habrá una cafetería, un solarium, paseos y jardines. El consejero de Turismo explicaba que la intención es convertir a La Fermina en un espacio de disfrute lúdico como alternativa de ocio, pero también en un sitio de promoción para la práctica de la vela latina. La restauración del puente, que ya presentaba un notorio desgaste antes de empezar la intervención, no está incluida en el proyecto de rehabilitación del islote. Además, desde su construcción desató numerosas críticas por su poco o nulo valor estético.

Desde fuera se puede constatar que están trabajando cuadrillas de obreros en varios frentes. La futura piscina de agua salada, el eje sobre el cual girará el resto del equipamiento de ocio, está prácticamente terminada. Contiguos a la pileta se han construido varios aljibes para almacenar el agua de mar que luego pasará por unos filtros para ser impulsada hasta la piscina. Pintadas ya no existen, el islote ha sido pintado de blanco y los servicios están listos. Al pasar el puente se observa lo que será el puesto de control de acceso a La Fermina. En breve seguramente nos mostrarán oficialmente la obra y veremos si efectivamente en su conjunto se asemeja a la idea que tenía César Manrique.

Turismo garantiza que las obras de La Fermina están en plazo
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