Las trabajadoras y los trabajadores del hotel Sands Beach Resort de Costa Teguise han dicho basta de forma contundente ante la aberrante situación que están padeciendo cada jornada. Lo han hecho este lunes plantándose con diferentes pancartas en el lugar donde llegan los camiones que entran y salen de la obra que se está llevando a cabo al lado de su establecimiento para el levantamiento de otro hotel.
Los empleados han acudido con la idea de exigir que pare de una vez el despropósito al que nadie pone freno, ni los propietarios de la cadena que está haciendo la obra, Gloria Palace, ni el Ayuntamiento de Teguise, este último impotente según su versión a la hora de exigir a la empresa propietaria que le traslade a la constructora la necesidad de hacer algo tan básico como regar cada día para evitar que se levanten toneladas de polvo y tierra.
Lo cierto es que llevan meses aguantando no sólo los ruidos de la macroobra sino la suciedad que levanta y que se mete directamente en su establecimiento, lo que ha provocado, según contó a este diario el director del establecimiento, Juan Carlos Albuixech, que hayan tenido que triplicar los turnos de limpieza. Cosa que sirve para poco, porque inmediatamente después de limpiar se vuelve a llenar todo de tierra y polvo. Lógicamente, la moral de los empleados está cayendo casi al mismo ritmo que las reservas de posibles clientes que saben lo que está sucediendo y que han preferido no venir, lo que unido al problema que está generando en todo el mundo el coronavirus hace que la situación sea desesperante e insostenible.
Los empleados, lógicamente, quieren defender sus puestos de trabajo y al establecimiento que se los proporciona, entendiendo además que es tremendamente injusto lo que está sucediendo, cuando les consta que los promotores de la obra ni siquiera se han molestado en dar explicaciones y mucho menos en hablar de posibles compensaciones ante las pérdidas que les está ocasionando su acción.
Según ha podido saber este diario, la idea de la plantilla y de la dirección del centro es seguir con sus manifestaciones hasta que se ponga una solución, tomando medidas drásticas incluso como la de tratar de impedir que entren los camiones de la empresa constructora y paralizar la obra si es necesario hasta que cumplan con lo que determina la ley, que es algo tan sencillo como regar lo suficiente para evitar que se levante el polvo y la tierra que se está levantando.
