jueves. 28.03.2024

Alex Salebe, compañero de la redacción de este diario, es un ejemplo de la integración de un inmigrante de Colombia. Tras seis años en Lanzarote, es un conejero más. Y

precisamente de integración versó la mesa redonda sobre la inmigración que se celebró este martes en El Almacén en el contexto de la Bienal Off. Tres inmigrantes, dos colombianos y un guineano, ofrecieron sus puntos de vista sobre las medidas que se deberían adoptar para propiciar una mayor convivencia en una sociedad cada año más diversa.

Alex Salebe abordó en primer lugar los logros que ya se han conseguido gracias a las políticas de integración de las instituciones públicas. Así, con el Plan de Integración 2006 - 2009, el Estado ha invertido dos mil millones de euros, con lo que se ha conseguido implantar oficinas de atención al inmigrante en muchos municipios del país. De esta forma, de hecho, se financian estas dependencias en Arrecife. “Es un logro muy importante, porque los gobiernos anteriores no destinaban dinero” para esta cuestión.

Otro avance importante que es un hecho “es la promoción a la emprendeduría del inmigrante”, explicó Salebe en su intervención. “Además de ganarse su propio sustento, está comprobado que hay inmigrantes que están dando trabajo a los residentes” de Lanzarote.

Deseos para el futuro

Hace mucho que se habla de la posibilidad de dar a los inmigrantes la posibilidad de ejercer su voto en las elecciones municipales. Así defendió esa propuesta, que ya sonó en boca de algunos políticos socialistas en la precampaña de las pasadas elecciones, nuestro compañero Alex Salebe. El poder ser partícipe en la vida política “compromete a los inmigrantes a implicarse en la vida de los municipios”.

Autocrítica

En una mesa abierta a la intervención del público no faltaron comentarios que acusaron a la inmigración de victimista. Lejos de reconocer este papel, los inmigrantes no rehusaron de hacer autocrítica. A mayor número de extranjeros que llegan a la Isla, más se manifiesta el fenómeno de la autoexclusión de algunos colectivos, “que se marginan de la integración”. “A veces uno reprende a un niño porque no quiere probar una nueva comida, y en este caso sucede algo parecido. Algunos rechazan la cultura canaria sin conocerla, poniéndose barreras a uno mismo”.

Por el sendero de la integración
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