El Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) ha criticado este martes la gestión del grupo de gobierno (CC-PSOE) en la isla de La Graciosa. Tras la visita cursada a la conocida como Octava isla por miembros del Comité local del PIL en Teguise, junto a los concejales del Ayuntamiento y los consejeros del PIL en el Cabildo, los insularitas aseguran que pudieron constatar “la triste realidad en la que se encuentra sumida La Graciosa”.
“La mayoría de las calles y vías de Caleta de Cebo se encuentran en un estado deplorable, debido en parte al aumento descontrolado del parque móvil, fruto sin lugar a dudas del pasotismo por parte de este grupo de gobierno de CC-PSOE a la hora de ejercer un control sobre los vehículos que han entrado en la Isla”, sostiene el PIL.
A su juicio, “muchos de los solares privados, destinados a la ejecución de nuevas construcciones, se encuentran llenos de escombros y basuras, síntoma de que no se está aplicando la ordenanza de residuos”.
Para el PIL, “los edificios e instalaciones públicos como el campo de fútbol, el centro socio cultural, el helipuerto, la antigua oficina municipal, etcétera, se encuentran totalmente abandonados, dando muestras que la dedicación por parte del alcalde y sus secuaces para el mantenimiento y conservación es nulo”.
Critican también los servicios prestados por la oficina municipal, que “se ven totalmente mermados al establecerse un horario de apertura y cierre a libre albedrío no sabemos impuesto por quien. Nos preguntamos desde el PIL por qué mientras el resto de dependencias municipales abren en sus horarios establecidos (la mayoría de 8 a 13 horas) en La Graciosa, y por lo que pudimos constatar, se abre de 9 a 13 horas. Esto según exponían algunos vecinos no es un hecho aislado sino que se viene dando con mucha frecuencia”, alegan.
Además, el PIL denuncia en su comunicado que obras “emblemáticas” como el paseo que delimita la zona urbana y conocida como línea de borde “prometidas y promovidas por el Gobierno de Canarias de Paulino Rivero, siguen paralizadas varios años después de su inicio con el consecuente deterioro”.
“Éstas y otras muchas circunstancias que se dan en la actualidad en aquella Isla van en claro detrimento de los visitantes, y de los propios vecinos, y por supuesto dista mucho de la tan cacareada idea de paraíso que de La Graciosa tiene el alcalde”, concluyen.