jueves. 01.05.2025

Muchas personas de Lanzarote y Fuerteventura cumplen actualmente su condena fuera de la Isla. Éste es uno de los principales obstáculos en el camino hacia la reinserción de los internos, cuyos familiares y amigos no siempre pueden asumir los gastos de desplazamiento para visitar a sus seres queridos en las cárceles de otras islas del Archipiélago o de la península. En este sentido, cabe destacar que estas familias no reciben ningún tipo de ayuda por parte de la Administración para costear estos desplazamientos.

Con la construcción del nuevo centro penitenciario en Lanzarote se pretende dar solución a este problema, además de acabar con la actual aglomeración que sufren los presos en la cárcel de Tahíche. El director insular del Gobierno, Marcial Martín, reconoció a este diario que dicho centro fue construido para dar cabida a 70 presos, mientras que ha habido momentos en los que ha tenido que acoger hasta 185 internos. Ahora mismo hay 176 personas en regimen preventivo, tal y como confirmó a esta redacción el director de la cárcel, Joaquín Herrera.

Los trabajos de construcción comenzarán el próximo 15 de junio y concluirán al cabo de dos años. Sin embargo, los internos podrán beneficiarse de las nuevas instalaciones mucho antes. Según explicó Marcial Martín, la primera fase de las obras concluirá en junio de 2007 con el traslado de los internos a las nuevas instalaciones, mientras que la segunda fase acometerá el derrumbamiento del 70% de las actuales infraestructuras y el consiguiente levantamiento de las definitivas. Es decir, el primer año ya estarán terminados los nuevos módulos que acogerán a los presos que en ese momento estén en la cárcel. Una vez concluido el traslado de estos, se procederá a derruir la mayor parte de las antiguas instalaciones, de las que sólo se aprovechará un 30% para la construcción definitiva. El resultado final será la unión de ambos espacios en un solo centro penitenciario con capacidad para 350 internos, el triple de lo que ahora puede albergar.

Detalles del proyecto

La cárcel de Tahíche es una prisión preventiva, por lo que las personas con una condena firme necesariamente deben cumplir su pena en otros centros fuera de Lanzarote. Con las nuevas instalaciones esto también cambiará.

Al finalizar las obras, que costarán 17.484.717 euros, el centro contará con cuatro módulos residenciales, un módulo de aislamiento, un departamento de ingresos, un módulo de enfermería, un módulo para mujeres, cuatro patios de recreo y deportivos, un área deportiva de usos múltiples, un salón cultural multiusos, cuatro talleres ocupacionales (uno por módulo), una biblioteca, un centro educativo y un Centro de Inserción Social (CIS) para 50 internos de tercer grado. No cabe duda de que con estas nuevas instalaciones, y teniendo a los seres queridos cerca, la rehabilitación y posterior reinserción social de los presos será mucho más fácil y efectiva.

Déficit de personal

Los sindicatos están satisfechos con el proyecto puesto en marcha. Fuentes consultadas por esta redacción afirmaron que “por fin, el diseño de las nuevas instalaciones se adapta a las necesidades de la Isla”. Sin embargo, apuntan, aún queda por resolver otro de los problemas más graves que tiene el actual centro penitenciario: el déficit de personal. Según informó el subdelegado de UGT en la cárcel, José Ángel Molinero, hoy por hoy solamente el 40 o 50% de la plantilla de trabajadores es estable. El resto, es personal que se renueva cada año, a través de los concursos de traslado. Son funcionarios en prácticas o que les asignan la cárcel de Tahíche como primer destino, pero que se marchan una vez concluido el periodo mínimo para solicitar nuevos destinos. Por otro lado, el representante sindical explica que la falta de personal se suple con trabajadores en prácticas, es decir, “poco operativos”. Además, señala Molinero, a esas personas “hay que enseñarles, darles una formación”, que hay que volver a iniciar cada vez que entra alguien nuevo, con el consiguiente desgaste que eso supone.

Ante esta cuestión, el director del centro penitenciario manejaba otras cifras. Según sus datos, el 75% de la plantilla de trabajadores es estable, mientras que el 25% restante cambia cada año. Herrera afirma que esto es “normal”, ya que son personas de la península que quieren volver a su lugar de origen, cerca de los suyos. El problema, por lo tanto, estaría en la carencia de profesionales canarios, y más concretamente, conejeros.

La nueva cárcel de Tahíche acogerá a los presos residentes que actualmente cumplen su...
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