"Nos parece legítimo que el Ayuntamiento quiera utilizar estas instalaciones pues son de su propiedad", ha dicho Nereida Pérez en declaraciones al programa 'A buena hora'. "Sí nos ha parecido extraño porque veníamos hablando desde noviembre de 2017 de un proyecto para hacer una remodelación de la actual sede del Consejo Regulador con motivo de nuestro 25 aniversario", ha señalado Pérez, consciente de que la concesión del inmueble a la entidad concluye a finales de este 2020.
Del mismo modo, la representante de la entidad que preside Víctor Díaz ha considerado que el edificio necesitará una profunda reforma antes de ser reconvertido en el centro de respiro familia que el Ayuntamiento pretende destinar a mayores y personas dependientes del municipio. Dichas reformas requerirán de permisos y licencias, con los consiguientes tiempos que cada paso conlleva.
La secretaria del Consejo Regulador, que al mismo tiempo ha mostrado el agradecimiento a San Bartolomé de la entidad a la que pertenece por las más de dos décadas en las que ha existido esta colaboración mutua, ha revelado que también Tinajo y Arrecife han pedido contar con la sede de este organismo, y ha precisado que el Consejo encontrará sobre todo mejoras espaciales en el más que probable traslado al Complejo Agrotecnológico de Teguise, tal y como les ha solicitado el alcalde de dicho municipio, Oswaldo Betancort. "No habríamos encargado el proyecto de remodelación, que ya lo tenemos. Por un lado nos sorprende, pero por otro no tenemos sino palabras de agradecimiento", ha dicho. "Seguramente nos iremos a Teguise", ha explicado.
Las pegas del Consejo a la Casa Mayor Guerra
Respecto a las opciones que les ha ofrecido el Ayuntamiento de San Bartolomé para que no tengan que abandonar el municipio, la representante del Consejo Regulador indica que "la alternativa que nos ofrece San Bartolomé es la Casa Mayor Guerra, que es muy bonita y que se puede destinar a un Museo, pero no para las oficinas que nosotros necesitamos. No vemos esa posibilidad, más que nada por el acceso que tiene para nuestro sector, pues la edad media de los viticultores que vienen es avanzada y el acceso es difícil".
"No hay apenas aparcamiento y deben subir por un empedrado. No es operativo para una entidad como la nuestra y las dependencias que necesitamos", ha explicado Nereida Pérez.