Juan Pedro Hernández ha recuperado el bastón de mando del Ayuntamiento de Teguise dos años después de que lo perdiera en las elecciones locales que ganó su antiguo partido, el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL). Lo ha hecho durante la celebración del pleno de la moción de censura que se ha desarrollado este sábado con relativa normalidad en el Palacio Spínola de La Villa, donde no prosperó el deseo de los independientes de que la votación fuera secreta -tenían la esperanza de que algún concejal cambiara de postura e inclinara la balanza a su favor- y donde tampoco prosperó el deseo expresado el día anterior por el alcalde saliente, José Dimas Martín, quien había realizado una última invitación a los responsables de Coalición Canaria (CC) para que cambiaran de postura. Los cinco votos de su partido más los cuatro del Partido Socialista Canario (PSC) han sido suficientes para hacerse con el poder en unas circunstancias propias de la convulsa y compleja situación que atraviesa en estos momentos la política de Lanzarote. El Partido Popular (PP), convidado de piedra en esta historia, decidió finalmente abstenerse.
Las mocines de censura, como las bicicletas, están hechas para el verano. Eso es lo que tuvieron que pensar en las cúpulas dirigentes de CC y PSOE para determinar que agosto, mes en el que la mayoría de los ciudadanos están de vacaciones y los medios de comunicación a su mínimo rendimiento, era el mejor momento para asaltar el poder en La Villa, paso previo para un pacto insular que ya no esconden ninguna de las dos partes, a pesar de las reticencias mostradas por un sector de CC que en teoría era el que tenía mayor peso tras las últimas elecciones internas. Tal vez por este motivo no se vieron demasiados rostros conocidos de la formación nacionalista en el pleno (estuvieron como cargos más representantivos el secretario de Organización, Marci Acuña, el portavoz en Arrecife, Luis Morales, el presidente del Comité Local de Teguise, Osbaldo Betancort, la concejal Lolina Curbelo y destacados militantes como Basilio González Tejera). En el PSOE, sin embargo, la representación era la esperada, con la lógica ausencia de Carlos Espino -no demasiado bien visto por el ya alcalde- pero con la presencia de su secretario de Organización, Joaquín Caraballo, del diputado nacional Miguel González y de varios representantes de comités locales como los de La Villa o Arrecife. Del PIL no faltó nadie, con su secretario de Organización, Fabián Martín, su portavoz, Manuel Cabrera, o históricos como María José Docal y Plácida Guerra como los cargos más destacados. Por parte del PP, único partido con representación en la institución que no se jugaba nada en el envite, el diputado nacional Cándido Reguera y poco más.
Siendo el momento que es, con la gente apurando los últimos días de sesteo, no asistió demasiado público tampoco. Es más, el ambiente no era ni mucho menos el de otras ocasiones similares, siendo como es Lanzarote un lugar acostumbrado a los vaivenes políticos y a los corrimientos constantes de sillón. Por eso, por la experiencia acumulado en años y años de antología del disparate político, sorprendió bastante el lío que tenían a la hora de iniciar la sesión, sin que supieran muy bien quién debía tomar la palabra y quién no, y en qué orden.
La mesa de edad la formaron el concejal popular Roger Deign, como el mayor, y la concejal socialista Lourdes Cabrera, como la más joven. Y ahí llegó el primer problema, en su primera decisión, al obligar a José Dimas Martín a iniciar el turno de intervención como alcalde primero y como portavoz del PIL después, una vez que Juan Pedro Hernández rechazó ser el primero en hablar. "Es la primera vez que veo que en un pleno de estas características habla primero el grupo mayoritario", dijo perplejo el todavía alcalde.
Salvado este percance, Martín repitió más o menos lo mismo que había dicho en la rueda de prensa que ofreció el día anterior en la sede de su partido, asegurando que siendo una moción de censura "totalmente legal" era también "totalmente injusta, fuera de todo lugar y sin contenido alguno".
Como portavoz, con el discurso en el papel, fue cuando realmente se encendió. Lo primero que dijo fue que tanto CC como PSOE habían sido incapaces de "fundamentar" la moción de censura. "El único fundamento es apartar y desalojar al PIL de donde esté. Buena lección democrática", enfatizó. Recordó acto seguido que quien este sábado se hacía alcalde había sido derrotado por el PIL en las elecciones, por el castigo que entienden que los ciudadanos dieron a su "acto de transfuguismo". "En los comicios venideros los vecinos volverán a apostar por lo mismo. Nosotros tendremos que luchar por conseguir una mayoría absoluta, para no depender de un socio que te clave una puñalada trapera cuando quiera", comentó.
Y ahí comenzaron los palos para el PSOE, un partido que a su modo de ver y al de su partido se ha convertido en "jusiciero" y en "dictador de sentencias", más pendiente de arremeter contra sus adversarios políticos que de trabajar. Así, dijo no entender cómo tenían la "desvergüenza" de criticar al PIL, cuando "el PSOE es la mayor lacra que ha pasado por la Isla". "Todo sostenibilidad, estudio de medios y destruir al turismo, para luego tratar de cambiar haciendo un vídeo con Zapatero. Vaya un lumbrera de presidente", señaló, antes de advertir a CC que se llevan una "joya" de socios, a los que el PIL ha conocido bien.
José Dimas Martín, que calificó a su grupo de "activo" y "estable", alabó la labor de los técnicos municipales, que a su juicio han trabajado por primera vez con independencia y siendo escuchados, dijo que había sido un "honor" trabajar con sus compañeros de partido y recordó que el PIL se había "dejado la piel" a pesar de las "humillaciones, insultos y condenas injustas" que han sufrido. "El PIL no es un partido ilegal como el PSOE pretende hacer ver, ni forma tampoco parte de ninguna trama corrupta", afirmó rotundo.
Pero lo mejor lo guardó para el final, al asegurar que "para acabar con nosotros nos tienen que matar". "Larga vida al PIL", soltó para cerrar un discurso que fue muy aplaudido por parte de la concurrencia.
Pero no todo fue negativo en su discurso. Al margen de enumerar la cantidad de cosas que han hecho y que dejan como herencia (ya las adelantó también el día anterior), ofreció el apoyo de su partido al nuevo grupo de gobierno para sacar adelante todos los asuntos que afecten a los vecinos.
Intervención de CC
Por parte de CC, segundo grupo del Pleno en número de concejales, intervino Luciano Pérez, que ejerció como portavoz. El que se vislumbra como nuevo concejal de Hacienda, inició su intervención mostrando su satisfacción por acabar con una etapa en la que el grupo de gobierno saliente "no ha sabido o no ha querido afrontar la situación y los problemas de los vecinos" de Teguise. Recordó, antes de calificar como "nefasta" la gestión del PIL, que su partido obtuvo 1.700 votos en las elecciones de 2007, cifra que entienden que van a mejorar en los siguientes comicios.
Para los nacionalistas, el Gobierno de José Dimas Martín ha estado marcado por la "dejadez, la falta de motivación y los salarios elevadísimos". Además, considera que ha sido un grupo de gobierno alejado de la realidad de los vecinos. "El alcalde parece que está por encima de todos los vecinos, y no necesita coche oficial", comentó, en referecia a la anécdota que Martín había soltado sobre el arreglo que habían hecho al coche del que ahora podría disfrutar Juan Pedro Hernández.
Entre las razones que les llevan a calificar de "nefasta" la gestión del PIL Pérez puso los corrales de Soo, todavía sin hacer, los cinco millones de euros que dejaron para hacer proyectos no ejecutados como el de la piscina municipal, los dos años que llevan sesteando sin hacer que avance el Plan General o la inactividad que ha habido en Costa Teguise. "Por contra, sí que ha habido gastos caprichosos, como los 18.000 euros que se iban a gastar en una fiesta de la vendimia y que el alcalde tuvo que devolver", subrayó. Además, dijo que el Complejo Agroindustrial no debe ser asumido por el Ayuntamiento.
El portavoz de CC tuvo tiempo para hablar de política, afirmando que no pueden aguantar que el PIL hable de unidad nacionalista tras la Operación Unión cuando han sido ellos los que la "han apuñalado". Así, aseguró que CC sí quiere esa unidad, pero sin personalismos. "Somos un partido serio y responsable, y estaríamos más cómodos en la oposición esperando las elecciones de 2011, pero preferimos colaborar en que cambien las cosas", expuso.
Luciano Pérez se dirigió a sus antiguos compañeros de partido para pedirles que no echen mano de nuevo del "victimismo". "No empiece el discurso del victimismo, con lloriqueos y viviendo de rentas del pasado", afirmó dirigiéndose a Martín. Acto seguido, levantó un documento del PIL junto a su compañera Rita Hernández en el que se determinaba una vez más la expulsión que sufrieron en su día cuando se enfrentaron al líder del PIL, Dimas Martín. "Fuimos expulsados por no entrar en el aro del partido", aseveró por último.
Intervención del PSOE
La intervención de los socialistas fue breve. Tampoco tenían mucho más que añadir después de lo expuesto por CC y después sobre todo de que haya triunfado la tesis de su secretario general, quien abogó desde el minuto uno de la ruptura con los independientes por un pacto con CC que debía empezar por La Villa. Su portavoz, Noelia Umpiérrez, recordó a sus antiguos compañeros de Corporación que no se puede hablar de "traición" cuando un grupo de concejales decide marcharse de un grupo de gobierno.
En esta línea, explicó de nuevo que su idea forma parte de la estrategia común de su partido de no gobernar con el PIL en ninguna institución como consecuencia de la Operación Unión. "La moción de censura es un hecho legítimo y absolutamente necesario", comentó, para hacer hincapié en que son conscientes de que les puede dejar en una situación de debilidad. "Nos fuimos a la oposición con paso firme y seguro, porque el PSOE trabaja desde cualquier posición con seriedad y transparencia", señaló.
Por si todavía alguien tuviera alguna duda sobre el acuerdo entre su partido y CC, la portavoz municipal dijo que el apoyo que prestan a los nacionalistas no es un "hecho puntual", sino el primer paso para darle estabilidad a todas las instituciones de la Isla.
Singular intervención del PP
Fermín García tomó los mandos de la portavocía del PP para sustituir al presidente de la mesa de edad, y lo hizo para expresar con absoluta contundencia la perplejidad que sienten en su partido por lo que está ocurriendo en La Villa, donde el PSOE apoya una moción de censura y coloca al frente de la institución a un alcalde al que tiene en los tribunales de justicia acusado de ser uno de los instigadores de la política urbanística que tanto han criticado. "Ante estas circunstancias lo normal es que el PSOE explique la querella que tiene contra Juan Pedro Hernández por presunta corrupción urbanística", dijo. "Critican la corrupción y apoyan a un imputado por una presunta corrupción", subrayó perplejo.
Recogiendo el sentimiento de muchos ciudadanos, el portavoz del PP hizo hincapié en lo insólito que resulta que los socialistas destituyeran a los ediles del PIL de Arrecife por tener dos compañeros imputados sin asumir que existe la presunción de inocencia y ahora se olviden por el interés que tienen en pactar con CC. "Alguien imputado, a diferencia de lo que piensa el PSOE, no está condenado y mantiene todos sus derechos", expuso, para preguntar si "tal vez el PSOE espera que se le condene para obtener la Alcaldía".
Antes de recibir un sonoro aplauso de parte del público y de todos los miembros del PIL, García resaltó que la actuación del PSOE únicamente responde a intereses personales, a su interés de gobernar, para lo cual no tienen problema en cambiar su discurso y en utilizar al presidente del Gobierno si es necesario. "El PP está seguro de que los ciudadanos castigarán en las próximas elecciones esta forma de actuar", dijo finalmente.
Votación y discurso del alcalde
Tras el discurso del portavoz popular llegó la votación. No hubo sorpresas. Mano alzada y nueve votos a favor de la moción (5 de CC y 4 del PSOE), 6 votos en contra del PIL y dos abstenciones de los concejales del PP. Así, Juan Pedro Hernández regresaba dos años después al cargo que abandonó como consecuencia de la llegada de las elecciones locales de 2007, en las que perdió la mayoría absoluta que había disfrutado en sus muchos años de política militando en el PIL.
Juan Pedro Hernández, poco dado a los discursos grandilocuentes, inició su intervención hablando del comienzo de una nueva etapa, con "nuevos aires y nueva ilusión". Quiso dejar claro que la moción de censura surgía como consecuencia de la "situación de desgobierno" de los últimos tres meses. "Había un proyecto estancado y un municipio deteriorado", comentó.
El ya alcalde alegó que CC, como segunda fuerza política del municipio, tiene la responsabilidad de no permitir que una situación como la generada por el PIL y el PSOE siguiera adelante. "Necesitamos un Gobierno estable en mayoría que sea capaz de sacar adelante los asuntos más importantes del municipio", resaltó.
Tras agradecer al PSOE y CC por el apoyo que le han prestado, dijo que "no les voy a defraudar". "Es un honor y una gran satisfacción representar a los vecinos", sentenció.
Veterano de guerra metido en mil batallas, Hernández explicó que lleva 22 años en política, tiempo suficiente para que haya personas que pregunten qué le puede motivar para seguir adelante. Su motivación, según reconoció, viene por la creencia que tiene en el proyecto de CC y la ilusión que le sigue haciendo trabajar por la gente. Asimismo, aclaró, por si hubiera alguna duda, que de esos 22 años en política 18 había cobrado de su trabajo como funcionario que es de la Consejería de Educación, dos años del Estado como senador y sólo dos años como alcalde de La Villa, con un sueldo "normal".
El alcalde admitió también que los dos años que ha estado en la oposición le han enriquecido y le han hecho reflexionar, para darse cuenta desde otra óptica de los problemas de los vecinos. Para conseguirlo, se comprometió a hacer una gestión cercana a los vecinos, "moderna y transparente".
Toma de posesión y fotos de familia
No era el duda de las grandes fotos de grupo. Sólo la gente del PIL se atrevió a posar unida para los fotógrafos. CC y PSOE lo hicieron por separado, y Juan Pedro Hernández posó con el bastón de mando con la cercanía de los suyos y las felicitaciones de sus adversarios, incluyendo la poco entusiasta de José Dimas Martín.
La sesión terminó sin que discurriera ningún tipo de problema, conscientes la mayoría de que era el principio de un cambio político en Lanzarote, de un nuevo ciclo. ¿El último?