viernes. 02.05.2025

Fotos: Dory Hernández

¿Imagina acceder a la habitación de su hotel sin tener que hacer más que fijar su mirada en la puerta? ¿Y poder pagar la factura de un restaurante pasando la palma de su mano por un lector? La identificación personal de ciencia ficción llega a Lanzarote de la mano de la patronal turística Asolán, que en la mañana del viernes presentó unas jornadas en las que diferentes catedráticos expusieron los últimos avances en la identificación automática de personas y hablaron de sus posibles aplicaciones y desarrollo en el ámbito de la hostelería y el turismo.

El proyecto de investigación Bio Pass comenzó a forjarse en el año 1995. Desde entonces, investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, de la Universidad de Las Palmas y de la Politécnica de Mataró han formado grupos de trabajo y han visto cómo sus ideas y posibilidades aumentan día a día. El taller tuvo lugar desde las de 12.30 horas hasta las 14.00 horas, en el Centro de Enseñanza Akacenter de Tías, estuvo amparado por la colaboración de la patronal turística y en él intervinieron los tres investigadores principales: los doctores Miguel Ángel Ferrer Ballester (Profesor Titular de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria); Marcos Faúndez Zanuy (Profesor Titular de la Universidad Politécnica de Mataró); y Javier Ortega García (Catedrático en la Universidad Autónoma de Madrid).

El camino del progreso

“Los tres grupos llevamos trabajando duro desde el año 95, cuando empezamos de manera independiente y ahora vemos cómo hemos ido confluyendo y, aunque es un camino difícil y aún estamos por la mitad, está siendo un éxito”, aseguró para Crónicas Ferrer Ballester. “Confío en que culminemos con los objetivos del proyecto en un año o un año y medio”, apuntó.

El estudio, según nos explicó Ortega, está centrado en las posibilidades de la biometría, que consiste en valerse de los rasgos personales como medio de identificación y autentificación de las personas. El proyecto es innovador porque pretender usar conjuntamente varias modalidades que no tengan porqué ser de alta seguridad, como geometría de la palma de las manos, firma electrónica, voz o rasgos de la cara.

Durante el día, estos tres investigadores expusieron los últimos avances en la identificación automática de personas y hablaron de sus posibles aplicaciones y desarrollo en el ámbito de la hostelería y el turismo. Además, explicaron a los asistentes las líneas de subvenciones disponibles para poder desarrollar estos proyectos en los complejos alojativos para el control de turistas en los establecimientos y/ o el personal labora.

Se finalizará con una sesión de preguntas a los ponentes.

En principio, aseguró Faundez, hay dos campos de aplicación. Primero sería para el propio personal del hotel, para rarificar horarios de entrada y salida, para rarificar horas extras, bonificaciones, etc. "Y también para los clientes, en cuestiones relacionadas con el acceso, la tarificación de servicios adicionales, evitar cargar con llaves y garantizar mayor seguridad", detalló.

Consecuencias prácticas

A la cuestión de cómo podrán aprovechar los agentes y empresarios hoteleros este proyecto, Faundez dijo que "las tecnologías siempre son neutras, lo que las hace buenas o malas es el uso que se haga de ellas". Así pues, todo el contenido y desarrollo de la investigación, según sus palabras, "se podría poner en funcionamiento, el problema es que se trata de una economía de escala ya que, al ser tan innovador, al principio sale un poco caro pero cuando se empieza a extender masivamente los precios bajan".

"Hoy en día ya es viable, no como en las películas porque éstas introducen una ficción que distorsiona la realidad, pero hoy es factible obtener estas ventajas de evitar llevar encima llaves o tarjetas o tener que recordar el número pin o contraseñas", aumentó Javier Ortega. Eso sí, no olvidó que, como todas las novedades pioneras, también hay en ésta ciertos inconvenientes. "Por un lado temas de privacidad, ya que damos nuestras huellas dactilares, voz o cara y debemos guardarlas de manera cuidadosa para que no haya robos de identidad y que no se pueda acceder a bases de datos con información", indicó. "Por otro lado, y como en cualquier sistema tecnológico, hay aún ciertos fallos que pueden producirse como pérdidas", añadió.

Ventajas para el turismo

Para utilizar estos programas en instalaciones turísticas, los catedráticos coincidieron en señalar que los empresarios "se enfrentarán a coste medio que, contando con la instalación, oscilará desde 20 a los 1.000 euros". Además, el investigador principal de Las Palmas indicó que "el Gobierno de Canarias tiene unos programas que relacionan a la Universidad con el ámbito económico, empresarial y su desarrollo con subvenciones de hasta el 90% por lo que el avance y el desarrollo se facilita de manera sustancial". Una empresa hotelera podría asumir así sus costes y además se beneficiaría de cara a la imagen que proyecta sobre los clientes de seguridad e innovación. Todo, concluyó Ferrer, "en un plazo medio de cuatro años como mucho".

La identificación personal de ciencia ficción llega a Lanzarote
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