Ni resurgir de la gloria pasada del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) ni creación de un nuevo proyecto insularista fuerte. En una jornada como esta, a ocho meses de que se celebren los próximos comicios locales, se puede afirmar sin riesgo al error que ha fracasado el intento de crear un nuevo proyecto insularista que adquiera la fortaleza suficiente para disputar el primer puesto en número de votos a formaciones nacionalistas como Coalición Canaria (CC) o Nueva Canarias (NC) o desplazar a fuerzas nacionales consolidadas como el Partido Popular (PP) o el Partido Socialista (PSOE).
Han sido muchas las señalas que se han ido produciendo y que han determinado el camino hacia el fracaso. Quizá la primera después de un largo y plácido verano fue la que dio la ex alcaldesa de Yaiza y parlamentaria regional Gladys Acuña, quien adelantó en el programa "A buena hora" de Crónicas Radio-COPE Lanzarote al comienzo del mes de septiembre que su partido, Unidos por Yaiza (UpY), tenía claro que no iba a sumarse a nadie para intentar reformular un nuevo PIL, dejando claro que su idea no era otra que repetir la alianza con NC y presentarse de la misma forma que lo hicieron en los otros comicios como partido único en el sur de la Isla. Era una forma de anunciar que la especulación sobre ese gran proyecto en el que podrían haber estado sus amigos Oswaldo Betancort y Manuel Cabrera había terminado su pequeño recorrido, si es que alguna vez lo tuvo.
Antes del verano, un ex PIL como Laureano Álvarez se propuso liderar el proyecto de reconstrucción del insularismo, y lo hizo arrebatándole la marca a la gente del sur y registrando el nombre de Unidos por Lanzarote (UpL), que estaba convencido de que sería la marca en la que se podría incluir incluso Acuña y sus huestes. Nada más lejos de la realidad. Tras convocar incluso un encuentro con formaciones que ni siquiera se han definido como nacionalistas pero que sí son de carácter insular como la Agrupación Socialista por Lanzarote (ASL) o San Borondón, tras ver que no sólo no llegaban a un entendimiento sino que iban reflejando en los medios las enormes diferencias que les separaban, Álvarez tomó la decisión de tirar la toalla en público. Lo hizo también este lunes en la tertulia del programa "A buena hora", donde anticipó que lo más probable es que su partido y su gente busque una fórmula de integración en un proyecto común al suyo en el que no haya tanto lío como lo hay en estos momentos en el insularismo. "Después de intentar crear un partido insularista fuerte y ver que los egos políticos de algunos son más importantes que el interés general de la Isla, estamos pensando seriamente en la posibilidad de integrarnos en otra formación política en Lanzarote. Incluso, no lo descarten, que ni siquiera nos presentemos a las próximas elecciones", dijo visiblemente molesto. "Tratamos de crear un tren insular, en el que incluso nos ofrecimos a estar en el vagón de cola sin imponer uno solo de nuestros candidatos, y no salió", insistió.
Luego están el resto de señales, las que tienen que ver con la constatación de que el PIL está totalmente desaparecido y fuera del combate. Ni está ni se le espera. Después del anuncio de apertura de expediente de expulsión a sus concejales en Arrecife y San Bartolomé no se ha vuelto a saber nada de la cúpula dirigente del partido, con un Ramón Bermúdez que a los problemas familiares ha añadido los que ha generado con aquellos que trataron de ayudarle a reconstruir una casa que estaba totalmente en ruinas y que va a terminar cayéndose, como adelantó también en nuestra emisora de radio su líder en la sombra y en la luz, Dimas Martín. El líder de los independientes comentó hace meses que "el PIL ya era historia", y no se ha confundido.
Aunque algunos de sus integrantes afirman a esta redacción que en breve van a dar noticias importantes, lo cierto es que todo apunta a que finalmente el PIL y la gente que queda dentro se va a acabar integrando en CC, formación política que en su día también contribuyeron a crear.
En el camino, el desagradable asunto de los expedientes de expulsión que no termina de resolverse, y el anuncio oficial en forma de carta enviada a los medios de Manuel Cabrera, el siempre candidato independiente, de que no va a permitir que vuelvan a contar con él para nada, que ha acabado hasta el gorro de los últimos de Filipinas.
¿Qué opciones tiene por tanto el insularismo de cara a los comicios de mayo? Con estos datos, ninguna.