El Consorcio del Agua de Lanzarote ha publicado la licitación para implantar un sistema avanzado de telegestión de pérdidas en todos los sectores hidráulicos de la isla, con un presupuesto de 878.773,27 euros y un plazo de ejecución de seis meses.
“Con esta iniciativa del Consorcio del Agua avanzamos en nuestra estrategia de modernizar y mejorar el servicio público, reforzando la sostenibilidad y la eficiencia del ciclo integral del agua en Lanzarote”, sostiene en nota de prensa el presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort.
El contrato contempla la instalación de equipos, sistemas de control y tecnología específica para monitorizar en tiempo real los caudales, detectar fugas y optimizar la eficiencia hidráulica en todos los sectores de la red. El objetivo es mejorar el rendimiento del sistema de distribución, reducir pérdidas y modernizar la gestión del agua en la isla.
“Como nos dicen los técnicos, la telegestión es básicamente un cerebro digital que vigila la red en tiempo real, detecta dónde se escapa el agua y ayuda a arreglar las averías”, apunta el consejero de Aguas del Cabildo de Lanzarote, Domingo Cejas.
“Se trata de reducir las pérdidas reales, tanto las fugas visibles como las no visibles, minimizar las pérdidas por errores de medición o fraudes y optimizar el servicio para ahorrar agua, energía y por lo tanto disminuir los costes del ciclo integral”, según añade Cejas.
La contratación de este servicio se tramita mediante procedimiento abierto simplificado, permitiendo la presentación electrónica de ofertas hasta el 10 de diciembre de 2025. La apertura de las propuestas económicas está prevista para el 17 de diciembre de 2025.
¿Cómo funciona el sistema de telegestión?
El sistema de telegestión integral incluye un conjunto de sensores, contadores inteligentes, válvulas automatizadas y un software central que lo coordina todo. Se instala a lo largo de la red (depósitos, tuberías principales, sectores hidráulicos…) y envía datos continuamente a un centro de control.
De este modo se monitoriza la red por sectores, de tal forma que se mide el caudal, la presión, los niveles de los depósitos e incluso la calidad del agua.
Los sensores comparan el agua que entra por un sector de tuberías y la que sale, lo que permite detectar anomalías en tiempo real y controlar los cambios bruscos de presión.
El sistema además automatiza las respuestas y puede cerrar válvulas, desviar caudal o estabilizar presiones sin que un operario tenga que ir físicamente. Además, ofrece herramientas para actuar de forma más eficiente, como mapas, alarmas, históricos para que los operarios pueden acudir directamente al punto caliente.
