La Confederación Empresarial de Lanzarote (CEL), integrada por la totalidad de las organizaciones de empresarios de la Isla, quiere hacer pública su "enorme preocupación" por la incertidumbre que ha generado la falta de acuerdo entre las fuerzas políticas responsables para la aprobación de los Presupuestos de las distintas corporaciones en el ejercicio de 2009, con lo que es probable que al final del ejercicio, el grado de ejecución sea bajo para unas inversiones que se auguran escasas.
Esta situación ha agravado aun más si cabe, la difícil situación por la que atraviesa la economía insular, estrangulada por la falta de proyectos e inversiones que permitan poder generar la inercia que impulse a todos los sectores de la sociedad.
"Si hace apenas 7 meses, ya hicimos un balance negativo de lo que había significado económicamente 2008 para la isla, dado que considerábamos que habíamos dejado pasar la oportunidad de diseñar medidas que contribuyeran a amortiguar el efecto de la situación de crisis financiera; ahora vivimos una situación que se ha agravado considerablemente por los sucesos acaecidos recientemente en Lanzarote y por la falta de premura en dar soluciones adecuadas a las actuales circunstancias y que delata falta de sensibilidad por parte de los partidos con representación institucional por la situación por la que atraviesa la Isla que impide que garanticen, como debería ser su obligación, el funcionamiento de nuestras instituciones públicas", añaden.
"De este modo, nuestros representantes públicos" -continúa la CEL-, "movidos por anteponer los intereses electorales de sus partidos al interés general de Lanzarote, nos han situado en un escenario que empeora gravemente una situación que no permite adoptar medidas que ilusionen a la ciudadanía e impulsen la actividad económica, mejoren la productividad y destinen cuantos recursos resulten necesarios para resolver, con la mayor agilidad posible, los problemas de financiación que actualmente nos atenazan desde el punto de vista económico".
Desde la CEL entienden que "nuestros representantes públicos tienen la obligación de garantizar el funcionamiento de las instituciones para las que fueron elegidos por encima de la defensa de los intereses de sus partidos políticos, más si cabe en la actual situación de crisis en la que el desánimo asola a los ciudadanos.
Por tanto, como primera medida, es necesario que las fuerzas políticas legitimadas para ello, se apliquen en la tarea de desbloquear los problemas que impiden la aprobación de los presupuestos en aquellas instituciones en que aun no se hayan aprobado".
De esta forma, las mismas podrían hacer frente a las deudas contraídas con sus empresas proveedoras, "algunas de las cuales se encuentran en una grave situación debido al retraso en el cobro de sus facturas; al pago de las subvenciones que adeuda a las asociaciones ganaderas, agrícolas y pesqueras, a distintos colectivos sociales, ONG's, estudiantes becados, clubes o escuelas deportivas; y a la promoción del Turismo en la Isla, dado que la falta de presupuesto dificulta realizar campañas de promoción que permitan atraer nuevos visitantes e impulsar el desarrollo del sector turístico, principal motor de nuestra economía".
En reiteradas ocasiones los empresarios han manifestado la necesidad de una colaboración decidida y de consenso entre las Administraciones Públicas y los agentes económicos y sociales. "Una vez más, mantenemos nuestro firme convencimiento de que el desarrollo económico y social de Lanzarote debe ser impulsado mediante una acción de política económica coherente, a medio y largo plazo, que requiere de la contribución de las diferentes Administraciones en materia presupuestaria, de los empresarios de Lanzarote pero también de las distintas fuerzas políticas responsables".
Por ello, los empresarios vuelven a realizar un llamamiento a nuestros representantes institucionales para que tomen conciencia de que la situación de Lanzarote "exige responsabilidad y altura de miras para dejar de lado los intereses políticos de cada formación y trabajar conjuntamente a favor de los ciudadanos".
"De la celeridad con que actuemos dependerá que nuestra economía comience a retomar una fase de crecimiento o que el aletargamiento se prolongue, como mínimo, hasta 2010", concluyen.
