El Comité de Empresa de Insular de Aguas de Lanzarote (Inalsa), aunque no objeta la constitución de la comisión técnico - jurídica que pretende buscar la fórmula que le permita a la empresa pública salvarse de pagar los 10 millones de euros por el laudo del caso Janubio, exige tener representación en dicha comisión. El Consejo de Administración de Inalsa desestimó la solicitud de los trabajadores. Manuel Plasencia, portavoz del Comité, aclaró que a la comisión aprobada por el Consejo se le encomendó la misión de establecer las responsabilidades políticas y económicas del caso si las hubiera, “pero aquí hay gente muy lista”. Plasencia dijo que su intención era participar como oyente sin voz ni voto, pero ni así fue considerada la petición del Comité. Los trabajadores esperan que la comisión mantenga informada a la opinión pública sobre los adelantos de su trabajo.
Preocupación de los asalariados
Los trabajadores piensan que el laudo dictado por la Cámara de Comercio de Las Palmas, contrario a la creencia del consejero delegado, sí pone en riesgo la gestión pública del agua, por ello insistieron en formar parte del equipo ‘salvador'. “Está en juego el sustento de las familias de los trabajadores de Inalsa y sobre todo el servicio para los miles de abonados”, dijo Plasencia, quien señaló que a pesar de que los trabajadores son tachados de alarmistas cada vez que denuncian un pelotazo resulta que casos como el de Janubio les dan sobradamente la razón. “Nos preguntamos si no es un pelotazo que una empresa pueda llevarse 10 millones de euros por hacer cuatro paredes, porque todos sabemos que no se construyó ninguna planta en el sur”. Ante los hechos, Plasencia cree que es tarde para que intervenga la Fiscalía Anticorrupción. Es más, en el pliego de condiciones no estaba contemplada la nave en la que se instalaría la planta fantasma.
Conocedores del caso
El portavoz de los trabajadores subrayó que ellos conocen al dedillo el proceso que llevó a Inalsa a suscribir el contrato con la UTE para la construcción y explotación de la estación desaladora de Janubio, así que no entienden el por qué se les priva de participar en la comisión cuando incluso en su día advirtieron lo que podía pasar si se firmaba el acuerdo en mención. Plasencia reiteró que la presencia de los trabajadores garantizaba además que la opinión pública estuviera al tanto de los entresijos del trabajo porque, según apuntó, no estaban dispuestos a callar nada. “Si la comisión no lo hacía, nosotros estábamos dispuestos a informar sobre todo”.
