viernes. 29.03.2024

La situación política que vive en estos momentos el Ayuntamiento de Haría pasa por ser otro claro ejemplo de un desencuentro político. En todos los términos de la palabra, porque, según han explicado a este diario las fuentes que están inmersas en un inexistente proceso de negociación, los representantes de la Plataforma del Municipio de Haría (PMH) y los de Coalición Canaria (CC) han sido incapaces de encontrarse y de sentarse alrededor de una mesa para tratar de reconducir la situación. Han pasado diez días desde que Evelia García, alcaldesa gracias al apoyo de CC, repartió las áreas del pequeño pero importante Consistorio entre los suyos, sin contar con los nacionalistas. Tiempo más que suficiente para que si de verdad hubiera una voluntad de arreglo, si en la Plataforma que lidera José Torres Stinga no estuvieran cómodos con la situación, ya lo hubieran arreglado.

Imagen del pleno de la toma de posesión de Evelia García.
Imagen del pleno de la toma de posesión de Evelia García.

Por lo que sabe este diario de unos y de otros, parece que la voluntad de CC de reunirse para tratar de encontrar una solución, para en definitiva cumplir el pacto acordado y conformar un Gobierno similar al que había hasta que Chaxiraxi Niz dejó la Alcaldía a regañadientes, es clara y sincera. Sin embargo, en la Plataforma parecen haber hallado el libro de las mil y una excusas. Iba a ser el martes de esta semana; luego el miércoles; más tarde quedaron para el sábado en un supuesto encuentro entre Migdalia Machín y Evelia García porque José Torres ni cogía el teléfono… Finalmente, ni una cosa ni otra ni la contraria. Ya advirtió el líder de la Plataforma que no iban a ceder en su idea de que Armando Bonilla, al que consideran una persona desleal, no asumiera ningún área de gobierno. Y no ceden, sin saber siquiera cuál es la propuesta de la formación que lidera Machín. 

En CC parecen tener claro que la gente de la PMH se la ha jugado, que no tienen voluntad de cumplir el acuerdo que firmaron y que van a cerrar este enrevesado ciclo político en el norte de la Isla gobernando en minoría, sacando adelante las cosas que necesiten por decreto y celebrando plenos de Pascuas a Ramos. Es una visión de alguno de sus dirigentes. Otros, los más optimistas, no se resignan a entregar todo el poder así como así a un partido que sólo tiene tres concejales y que necesita del grupo mayoritario, que a pesar de la baja de Soraya Brito sigue siendo el de CC.

Lo único cierto es que entre unos y otros la casa sigue sin barrer. En el Partido Socialista (PSOE), el tercer partido en discordia, lo tuvieron claro también desde el principio: había gato encerrado en el misterio que le dieron a la sucesión. El tiempo les ha dado la razón. Ahora, por pura estrategia política su intención es la de estarse quietos y que sean los dos bandos del nacionalismo y el localismo norteño los que se despedacen solos. De ahí que Alfredo Villalba y los suyos repitan en todos los medios en los que pueden participar que no pactarían con CC una moción de censura y que tampoco entrarían a gobernar con Torres Stinga, con quien el líder de los socialistas de Haría se las tiene tiesas.

Conclusión: los vecinos de Haría se tendrán que acostumbrar, salvo sorpresa mayúscula de última hora, a tener a una alcaldesa con un minigrupo de gobierno. Como las elecciones no están tan lejos, es muy probable que apenas se note la ausencia del resto del Gobierno.

El caso de Haría, otra historia de desencuentro
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