Astrid Pérez (en la imagen) se disputa la presidencia insular del PP con Yolanda Perdomo y Lorenzo Lemaur.
La candidatura de Astrid Pérez a la presidencia insular del Partido Popular (PP) presentó ante las altas instancias del partido una reclamación por la decisión de la gestora de la Isla de unir los compromisarios de varios municipios y le han dado la razón. Sin embargo, quienes apoyan a Astrid Pérez continúan viendo algunos “obstáculos”. José Pablo Lemes, militante del Comité Local de Tías, explicó este martes en declaraciones al programa "El Despertador" de la 95.8 que pidieron un interventor para que comprobara los avales presentados por los tres candidatos al objeto de confirmar que efectivamente son personas afiliadas al PP y a paz y salvo con el pago de las cuotas, pero la organización del congreso no permitió nombrar interventor ninguno. Para Lemes resulta muy curioso que ni siquiera el comité organizador del congreso llegara a realizar la tarea mínima de comprobación. “Quizá alguna candidatura pudo no haber conseguido todos los avales en regla”, subraya el también concejal del municipio de Tías.
En una línea similar se pronunció en el informativo "Lanzarote al día" la propia consejera del Cabildo, quien pidió una vez más que cada candidatura se ciña a las reglas del juego limpio, y dejen, por ejemplo, de estar llamando a muchos afiliados para contarles cosas que prefirió no repetir en antena. Para ella, lo importante es acabar con la situación de interinidad de la formación, terminar con la gestora insular y crear comités locales allí donde no los hay, como es el caso de la capital de la Isla, donde hasta Astrid Pérez está sorprendida que desde la dimisión de Federico Toledo no se creara un nuevo Comité.
Por otro lado, aunque no está en capacidad de confirmarlo, Lemes comenta el rumor de que las otras candidaturas sí pudieron comprobar que las firmas que avalan a Astrid Pérez están en toda regla. La candidatura de Pérez solicitará absoluta transparencia en el proceso electoral con medidas como urnas oscuras y cabinas privadas para que los militantes puedan depositar el voto con tranquilidad.
