FOTOS: DORY HERNÁNDEZ
El Cabildo de Lanzarote y el Gobierno de Canarias abonarán, por primera vez en la historia, ayudas económicas directas a los viticultores de la Isla por los kilos de uva sobrantes en la presente cosecha. Estas ayudas serán de 30 céntimos por cada kilo de uva de excedente para todos los viticultores, de forma general. A esta primera vía se le sumarán otros 10 céntimos para aquellos viticultores que decidan producir con esa uva sobrante vino artesanal destinado al autoconsumo. Además, a los 30 céntimos que se pagarán de manera general se le añadirán otros 30 por kilo de uva para todos aquellos agricultores que decidan entregar el excedente a la Granja Experimental del Cabildo.
Estas uvas aportadas a la Primera Corporación insular se destinarán a comedores sociales, a la propia producción del vino artesanal y a la producción de compost o abono ecológico para el sector agrícola. Otras opciones para estas uvas sobrantes pasarían por congelar parte del excedente para darle un uso didáctico en los centros educativos de la Isla, la producción de pienso para ganado o la propia entrega altruista a las familias de la Isla.
Esa al menos es la propuesta que acaba de hacer pública el equipo de gobierno del Cabildo, y que sería viable si el Ejecutivo regional aporta el 50 por ciento de unas ayudas que, por institución, alcanzarían entre los 250 y los 300.000 euros.
La consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca dio a conocer este mediodía en el Cabildo la propuesta del Partido Socialista, esperando que la oposición respalde pronto la aprobación de los presupuestos de este año del Cabildo. La consejera señaló que hay predisposición por parte del Gobierno de Canarias, a través de la Consejería de Agricultura, para aportar la misma cantidad que el Cabildo a este plan.
La solución no convence al Consejo Regulador de Denominación de Origen, que apostaba por que el Cabildo pagara a los viticultores hasta 60 céntimos por kilo de uva sobrante. Sí ha sido bien acogida, sin embargo, por Avibal y el sector de los agricultores.
Plan Estratégico
Bernal señaló que estas soluciones no son las ideales, sino que se trata de soluciones puntuales y apostó por abordar el problema, en cuanto termine la vendimia, a través de un plan estratégico del vino. El Cabildo ya cuenta con un plan de este tipo y Bernal señaló que puede ser un buen punto de partida pero que la solución no tiene por qué ceñirse solamente a la aplicación de ese plan. Según la consejera, la solución pasa por abrir el mercado interior y el exterior. Bernal destacó que además “caben otras industrias como la del vinagre, el etanol o el zumo de uva”.