sábado. 10.05.2025
Francisco J. Rodríguez Batllori reitera su inocencia en los delitos que se le imputan en la Operacuión Jable, la pieza separada de la Operación Unión

"Detrás de la Operación Unión hay alguna mano que ha movido hilos para hacer ver que la corrupción estaba en otros lugares, y no en los suyos propios"

"Mi detención se realizó sin orden judicial, así que es poco probable que las filtraciones a ciertos medios salieran desde los propios juzgados" (...) "Las salidas y entradas en prisión de Dimas Martín tenían un tufo político increíble"

- "Ciertos medios han tergiversado lo que ha ocurrido a partir de la apertura del sumario"

- "Mis hijos han ido a colegios normales, yo soy una persona normal, que durante muchos años he ejercido la vida pública, vivo en una casa en el monte, aquí en Santa Brígida, cuya hipoteca estoy pagando todavía durante 14 ó 15 años. Tengo un coche con 170.000 kilómetros y vivo de mi trabajo"

- "Asesoré a concejales del PIL sobre la idoneidad de retirar el Plan General de Arrecife y a Inalsa para que no recurriera a un expediente de regulación de empleo. Creo que eso no es un delito ni por eso soy el testaferro de Dimas Martín"

Tras más de dos años sin aparecer en los medios de comunicación, ha roto su silencio uno de los imputados cuya detención fue más sonada en la Operación Jable, pieza separada de la Operación Unión, en la isla de Lanzarote. El abogado y ex consejero de Empleo y Justicia en el Gobierno de Canarias, Francisco J. Rodríguez Batllori, ha respondido este martes en una entrevista concedida a Crónicas Radio a las noticias aparecidas en prensa días atrás asegurando que sus abogados tienen una larga lista de testigos que demostrarán su inocencia en los trabajos que realizó para el Ayuntamiento de Arrecife e Inalsa. Entre otras sorpresas, Batllori desvela que en su detención, en la que fue trasladado por la Guardia Civil en helicóptero desde Gran Canaria a Lanzarote, no había ni quiera orden firmada por el juez que instruía la causa, César Romero Pamparacuatro. Especial hincapié hace este abogado, uno de los fundadores también de Coalición Canaria, en el origen de su imputación y de otras muchas registradas al hilo del inicio de la Operación Unión en Lanzarote y Canarias, que a su modo de ver está estrechamente vinculado con determinados intereses políticos.

- Imagino que no se le va a olvidar fácilmente el 23 de abril de 2010, el día que fue detenido por la Guardia Civil en Gran Canaria y trasladado en helicóptero a Lanzarote, algo que a todas luces pareció bastante desproporcionado teniendo en cuenta el delito que se le imputó posteriormente.

- Pues no, la verdad que es todavía no he sido capaz de superarlo. Lo tengo presente cada día, y aquello fue una barbaridad. El otro día un amigo, un policía nacional, me comentaba que el tipo de detención que se me aplicó a mí, en sus protocolos policiales, está destinado para grandes capos de la mafiosa, terroristas de ETA y personajes de alta peligrosidad. Incluso habiendo yo cometido los hechos que se me imputan, cosa que no es así como quedará acreditado, pues evidentemente fue una cosa exagerada, con los medios de comunicación previamente avisados y tanto en la puerta de mi casa como en el lugar en el que aterrizó el helicóptero. Todo apuntaba a que aquello era una operación para arrastrar mi imagen y no solo por los medios de comunicación de solo Canarias, ya que a mí me vieron conocidos míos en Galicia, en el Levante, en Andalucía, ... Yo fui expuesto a la opinión pública nacional por unos hechos que no han sido todavía probados. Hay una serie de circunstancias en la detención que llaman la atención, circunstancias que han aparecido ahora con el levantamiento parcial del secreto de sumario. Una vez abierto, he guardado silencio estos dos años y pico, y ahora, como ha habido alguna información en algún medio provincial que ya me ha condenado o que disfrutaría si me condenaran, he tenido que salir al paso con una nota de prensa que se publicó en Lanzarote por algunos medios con total objetividad. Pero esa nota no la he visto yo publicada en estos medios a los que me refiero y que, en mi opinión, tergiversaron lo que de hecho ha ocurrido a partir de la apertura del sumario.

- Ha habido bastante silencio con este tema, pero al hablar con algunos detenidos, muchos coinciden en que detrás de toda esta historia policial había un trasfondo político. ¿Usted también coincide con este análisis?

- Sí, sí. Yo creo que es absolutamente evidente que detrás de todo esto hay alguna mano que ha movido hilos para hacer ver que la corrupción estaba en otras playas, en otros lugares, y no en los suyos propios. Yo aún no he sido capaz de ver las noticias de los medios de aquella época, que además coinciden todos sospechosamente en decir que yo era el testaferro, el hombre de paja de don Dimas Martín, como que yo tenía sus propiedades y sus cuentas corrientes a mi nombre. Incluso hubo un medio aquí en la provincia de Las Palmas que se atrevió a publicar una foto mía con un gran panel detrás con billetes de 500 euros; afirmaciones como que mis hijos habían estudiado en universidades en el extranjero, o que yo vivía en una urbanización de lujo, cuando mis hijos han estudiado en colegios normales e institutos públicos de Gran Canaria y alguno ha estudiado en la Universidad de Sevilla viviendo en la casa de mis padres, en Sevilla. Osea, yo soy una persona normal, que durante muchos años he ejercido la vida pública, vivo en una casa en el monte, aquí en Santa Brígida, cuya hipoteca estoy pagando todavía durante 14 ó 15 años. Tengo un coche con 170.000 kilómetros y vivo de mi trabajo. Hay un momento en que don Dimas Martín, y ya se lo comenté al juez, por lo que puedo hablar públicamente de ello al estar el sumario abierto, tuvo una serie de encuentros políticos que se producen en mi casa y a los que asisten cualificados representantes del PSOE y de algún otro partido político, en los que se habla de algún tipo de mayoría diferente para gobernar Canarias, en uno de estos encuentros, allá por el año 2008 ó 2009, Dimas Martín me dice que ya que estaba fuera de la política, al PIL le hacía falta alguien que diera ideas, que les hiciera gestiones y que les moviera papeles. Me convocaron a una reunión en Arrecife, a la que acudió todo el grupo municipal del PIL, y ahí se acuerda que yo asesore a los concejales del PIL en los temas que me quieran plantear. Posteriormente tenemos una reunión con la Gerencia y el Consejo de Administración de Inalsa y se plantea la misma circunstancia para que yo asesore. Entonces, mis abogados han presentado ante el Juzgado número 5 de Arrecife una lista con 15 ó 16 testigos de valioso nivel político y administrativo y todos, cuando llegue ahora el momento, en noviembre, van a contarle al juez cuáles fueron los trabajos que yo hice tanto para Inalsa como para el Ayuntamiento. Pongo un ejemplo: quizás el Comité de Empresa de Inalsa no sabe que como los costes y el gran déficit que tenía la empresa Inalsa venía entre otras cosas producido por el altísimo coste social, por el convenio colectivo, se estaba plateando incluso la posibilidad de reducción de plantilla. Yo me reuní con algún técnico de la empresa y me reuní con las autoridades laborales en la Delegación de Trabajo, y vimos que una empresa como esta difícilmente podía haber aprobado un expediente de regulación de empleo para echar gente a la calle. Entonces yo planteé la posibilidad de denunciar el convenio colectivo, cosa que se hizo. Yo preparé la documentación, los escritos, para asesorar al jefe de personal de Inalsa, que era una persona estupenda. Se denunció el convenio colectivo y mi planteamiento era que se utilizaran las negociaciones del convenio colectivo para reestructurar la plantilla de tal manera que no hubiera que despedir a nadie. Pero claro, para poder reestructurar, había que formar. Entonces me puse en contacto con el departamento de Formación de Femepa y a instancias mías, se organizaron cursos de formación para intentar reciclar a la plantilla y sin coste ninguno para Inalsa pues se dieron con los dineros que se detraían anualmente y se perdían para la formación continua. Ésta fue una gestión que yo hice y que por lo visto nadie ha dicho. Además, como ha salido públicamente lo voy a decir: yo me reuní en alguna ocasión con el Consejo de Política Territorial, porque a mí, al principio de todo, se me encargó que analizara la posibilidad de anular lo que ya se había tramitado del Plan General de Arrecife hecho por el equipo anterior de doña Isabel Déniz, si daba tiempo en los plazos y si se podía iniciar un nuevo Plan General. Me reuní con el consejero don Domingo Berriel, que tiene anotado todavía en su agenda oficial el día de la reunión, y que está dispuesto a testificar que, efectivamente, yo me reuní y yo asesoré. Es que son 15 ó 16 testigos que van a testificar, desde el director general de Energía a inspección de Trabajo, funcionarios d Trabajo, incluso algún juez que en ese momento estaba en excedencia y era abogado. Cuando se plantea el concurso necesario de Inalsa, yo planteo que ese profesional era una persona muy cualificada para el tema. Se plantea una reunión en su despacho al que asiste el staff directivo de Inalsa y se estaba a punto de inaugurar el Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) del puerto de Arrecife. Este es un tema que negocié con don Javier Sánchez Simón, presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, en una reunión con todas las autoridades políticas de Arrecife. Han sido múltiples las gestiones que he hecho y no sé quién inventa que yo soy asesor de don Dimas Martín, cosa que no es cierta. Sí es verdad que aparece un comentario que les hago a él y a su abogada en aquel momento, en el que le daban y le quitaban el tercer grado, cosa absolutamente inconcebible. Entonces sí le hago alguna pregunta a algún magistrado que yo conozco, que conozco a bastantes, y me dicen que posiblemente lo que podía estar ocurriendo es que el juez instructor del caso del Complejo quizás no hubiera preparado por separado de responsabilidad civil, y como eso no está claro, pues se lo comenté a él y a su abogada. Y de ahí alguien dedujo que yo era abogado de don Dimas Martín y que entonces lo que yo cobraba era para que él me pagara por los servicios prestados.

- Cualquiera que conozca el caso, y supongo que algún día se sabrá la verdad, sabe que la entrada y salida de la cárcel de Dimas Martín era un tanto insólita, sobre todo en el momento en el que su partido formaliza un pacto con el PSOE y le conceden un primer tercer grado que luego le retiraran sobre la marcha.

- Sí, era insólita y como aquello tenía un tufo político impresionante, pues yo pregunté. Es más, yo tenía en mi poder, entregados por concejales del Ayuntamiento y otros, un montón de documentación que se me pedía que analizara. La Guardia Civil, que me detiene, cuando hace el atestado, no le da valor a esos documentos y simplemente dice que no se explica por qué o cómo tenía yo esos documentos. La gran sorpresa que nos hemos llevado cuando se ha abierto el sumario es que todos creemos que a mí se me detiene con orden judicial, y a mí se me detiene sin orden judicial.

- ¿Ah, sí?

- Sí, en el sumario que está abierto se puede ver y cualquier abogado lo puede ver. En España para detener a alguien debe ser por orden judicial o tratarse de alguien que comete o está a punto de cometer un delito flagrante. Pues nosotros creíamos que el juez Pamparacuatro había dado la orden judicial de mi detención, pero no señor: se pide la detención de cinco personas, entre ellas yo, el juez concede la autorización para detener a cuatro y la mía no la concede. A pesar de eso se me detiene aquí en Las Palmas, no se me pone, como dice la ley, a disposición del juez, sino que se me traslada en helicóptero a Lanzarote y entonces sí se me pone a disposición del juez. Normalmente se suele decir que cuando la detención la ordena el juez, las filtraciones se producen desde el entorno del juzgado, pero claro, si el juez no autoriza la orden, en los juzgados nadie tiene que saber nada sobre mi detención. ¿Quién avisa a los medios de comunicación en el momento de mi detención y quién avisa a los periodistas y desvela la hora a la que llega el helicóptero en el que yo era transportado?

- La verdad es que se avisó a determinados medios de comunicación, no a todos. ¿Usted llegó a hablar con el juez de este tema, de las filtraciones a los medios de comunicación y del daño que se estaba haciendo a la imagen de los detenidos?

- No, no. Cuando el juez me llamó a declara, le conté la realidad de lo que había hecho. Su trato era muy correcto e incluso alguien me llegó a contar que en mi caso lo habían engañado. Alguien les dijo a los medios que aquí estaba el testaferro, el que tenía el dinero y las fincas, pero imagino que después de mirar mis cuentas corrientes y mis propiedades, cambiarían de opinión. No registraron mi casa ni mi despacho. La impresión que da todo esto, a estas alturas, es que, a pesar de que en Lanzarote había o hay corrupción, dijeron 'aquí está este, que es conocido', y me engancharon.

- Lo que saltó en seguida a la vista es que la cuantía de las facturas por las que a usted se detuvo en absoluto se correspondían con lo espectacular de su detención, daba la sensación como que el juez o la Guardia Civil pensaban que había mucho más detrás que usted ocultaba.

- Pero fíjese que además a mí se me pagaba por transferencia bancaria, desde la cuenta del Ayuntamiento a mi cuenta personal, que para que un ayuntamiento pague tendrá que firmar el secretario, el interventor, etcétera, ¿no? Había veces que tardaban en pagarme y como Dimas Martín en aquella época era una especie de asesor-coordinador, era un hombre que trabajaba con su equipo en el Ayuntamiento, pues yo hablaba con él y le escribía cuando estaba detenido dándole cuenta de las gestiones que hacía para su gente y dándole ánimos porque me daba mucha pena su situación. Le decía que no me habían pagado este mes y que mirara a ver si me podían pagar, pero creo que eso no es ningún delito. Por cierto, que me detienen y me imputan a mí pero no imputan a quien me paga. Es que esto es algo insólito.

"Detrás de la Operación Unión hay alguna mano que ha movido hilos para hacer ver que la...