domingo. 28.12.2025

Por Domingo García

¿Podemos los sufridos contribuyentes, criticar las acciones que pudieran llevar a cabo los distintos personajes que viven, y viven bien, del dinero publico?

Ahora en Lanzarote se ha puesto de moda, por parte de la clase política, el denunciar, unas veces en los medios de comunicación, otras en los juzgados, a todo aquel que de una forma u otra a podido tomar y nunca mejor dicho lo de tomar, el dinero publico de forma un tanto irregular, digamos que por servicios prestados, servicios que nadie ha visto: ni están, ni se les espera. Mientras, los contribuyentes mirándonos la nomina y comparando lo fácil que seria llegar a fin de mes, si fuéramos amigo, compañero o compadre de algún político mandamás para poder vivir del cuento o mejor dicho, del asesoramiento o realización de estudios.

En las instituciones publicas de Lanzarote y fundamentalmente en el Cabildo, se ha podido ver en estos días como los nuevos dirigentes cabildicios han salido ante la opinión publica con informaciones que de ser ciertas, dejan en muy mal lugar a los anteriores responsables políticos, pero también a diferentes personajes, que durante mucho tiempo han pasado por la sociedad de la isla como los mas acérrimos defensores de la legalidad, la honestidad y la escrupulosidad de la vida política de Lanzarote.

Llegados a esta situación cabe preguntarse ¿ podemos nosotros, como contribuyentes, criticar, opinar, de todo aquel que se beneficia del dinero publico? ¿a quien se le debe pedir responsabilidades, al político que le sitúa y paga con dinero que es de todos o aquel, que aprovechándose de su relación con el político de turno, se saca la tajada, de forma poco honesta , cuando no ilegal, enriqueciéndose de forma descarada, sin aparente responsabilidad penal o publica?

Entiendo que todo aquel que de una forma u otra toma parte en el reparto del dinero publico debe ser responsable de sus actos y ser consientes que por ello pueden ser vigilados y cuestionados, independientemente de si su responsabilidad es debido aun cargo político, administrativo o laboral. Todo aquel que toca un céntimo publico, debe estar expuesto a la fiscalización publica.

Estando de moda los asesores, algunos necesarios, otros, simplemente vividores, se observa por parte de estos últimos como cada día son mas “listos” se perfeccionan a si mismo, ya no les basta su buen sueldo, ahora se crean sus propias empresas para después poder recomendárselas a sus aconsejados políticos: estiman que no hay mejor empresa que la suya propia y así, de camino, poder rascar algo mas del presupuesto.

Ahora, directamente y si tapujos ¿se repartirán los beneficios, el político y el asesor, que pone su empresa al servicio de este? Yo tengo derecho a considerarlo, pues el dinero que esta en juego, también es mió y por lo tanto tengo todo el derecho del mundo a pensar que cuando alguien, el político, paga tan alegremente con un dinero que es de todos, por encima del valor real de los servicios prestados y que en demasiadas ocasiones esos servicios, nadie a podido valorar, pudiera entender que el favor realizado es mutuo.

Es difícil, muy difícil, llegar a demostrar ilegalidades cometidas por los dirigentes y todos aquellos que giran a sus alrededor, hasta sus abogados los pagan con nuestro dinero, pero no por ello, los ciudadanos dejamos de sospechar, y cada día mas, de que en las instituciones publicas, muchos, demasiados, van sencillamente a llenarse los bolsillos, cuando no bobamente a robar. ¿o es que acaso, no es ese el pensamiento de la mayoría de los lanzaroteños? Desgraciadamente, el sentimiento es que a quienes debería importarles que la población de la isla este permanentemente hastiada de la clase política es a esos mismos políticos, que conociendo el pensamiento de los ciudadanos, lo único que hacen es burlarse, una y otra vez de estos, con la creencia de que nunca les va a pasar nada y además les vamos a seguir votando.

¿Y de los asesores qué?
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