Por Ramón Pérez Hernández
Personalmente, por el bien que representa para reconducir la ruin lucha partidista en la salvaje erupción que nos asalta, sinceramente, se lo agradezco. También reconozco a Sanginés su efectiva claridad sobre el “enredo” que le quieren empalmar y lo mejor, la luminosidad en la exclusión de las acusaciones que, bajo mi punto de vista, le dan la razón sobre su juicioso comportamiento general, honradez y rectitud de miras con Lanzarote desde que tomó posesión, respaldado por el resto de Partidos que conforman la alianza gobernante en el Cabildo. Que quede claro que aborrezco y me causa sobresalto el fiero “partidismo” puesto en practica… por las “izquierdonas” cerriles de los respetables PSOE y CC, que solo desgracias pueden acarrear a los habitantes de esta violentada Isla nuestra, con el peligro de incierto futuro que ello podría suponer para nuestros sucesores, pues no deben vivir con el desasosiego de tener que emigrar por culpa de esos inútiles.
De las inculpaciones que, secamente, pormenorizó el Sr. Sanginés, algunas son célebres en esta requemada Isla. Yo y algún contertuliano de “Crónicas” estamos al tanto, por lo que no me cogió de sorpresa las rotundas afirmaciones del Presidente. Espero que, los aparentemente “censurados”, tengan el suficiente coraje y den la cara a las reprimendas del Presidente y las refuten… si pueden y, “clarito como agua de mayo”, desenmarañando ante los ciudadanos las graves acusaciones que a diestro y siniestro les impartió Sanginés sin achicarse. Por supuesto que son cuestiones graves, muy graves, que pudieran perjudicar los intereses generales isleños. Supongo que esos despropósitos conllevaran quizás sanciones penales, civiles y políticas.
Si se probara la realidad de las cantidades definidas por el Presidente (grosso modo unos ¡¡463.886,00 euros, más de 77 millones de pesetas!!, –descarto los honorarios de los pleitos hoteleros, que supongo formalmente minutados-), aparte la supuesta responsabilidad penal-administrativa-política que pudiera recaer a los presuntos infractores, habría que, forzosamente, exigirles la responsabilidad patrimonial que procediera, embargándoles bienes propios tanto a los supuestos actores políticos como a las empresas y profesionales concurrentes. Si no se hiciera así, resultaría la misma roña de siempre y Lanzarote… al traste, al fondo, si de una vez, y para siempre, no se regenera el modo de ejercitar la política de “algunos” inmorales con la contundencia y sanciones ineludibles, para que recuperen la inteligencia, y aprendan a repeler sus indignos, presuntuosos, degenerados, vanidosos y egoístas enredos políticos, que solo conllevan cargarse nuestro patrimonio insular, nuestro futuro y el de nuestros herederos.
Por otro lado, comentar que “La Provincia-Diario Las Palmas”, Edic.Lte., no informó del hecho notable de la Rueda de Prensa del Presidente del Cabildo, ni en digital ni en papel de los días 30-31de octubre.
