Por J. Lavín Alonso
Rebasada ya la barrera de los 70, la memoria empieza a acusar los estragos del calendario y las neuronas se tornan algo perezosas. Es lo natural, al menos en mi caso, pero no hasta el extremo de la amnesia total. Por eso aun alcanzo a recordar algunos principios y leyes de una de las asignaturas que mas me gustaba en los lejanos tiempos del bachillerato: la Física; y dentro de ella, en especial, la Cinemática, que es la parte de la Mecánica clásica que estudia las leyes del movimiento de los cuerpos sin tener en cuenta las causas que lo producen. O a veces, conociéndolas de forma muy peculiar.
El desenlace del secuestro del “Alakrana” fue coronado con un intento de detención de los piratas por parte de un helicóptero “Seahawk” (Halcón del Mar), con el resultado de fiasco. Según el informe oficial, dos minutos después de que los últimos filibusteros abandonasen el pesquero, el helicóptero ya estaba en persecución de ellos, que se alejaban hacia la costa a gran velocidad. Al perecer, y debido a la corta distancia de la playa, el esquife la alcanzó y los piratas se confundieron con la gente que estaba allí. Por tratarse de un lugar bastante desértico, se me antoja algo improbable que hubiese un comité de recepción, pero dejémoslo así de momento. También al parecer, el atunero estaba a 1,7 millas de la costa – unos 3,2 km – así que en un tiempo de entre 2 y 3 minutos, los piratas alcanzaron la playa, lo que confiere a su esquife una velocidad de navegación de unos 76 km por hora. Buen motor, sí señor, y eso sin contar con el frenazo que debieron dar al llegar para no “estromparse” con la playa.
Por otra parte, el Sehawk es capaz de volar a unos 330 km por hora, o sea, que podía cuadruplicar la velocidad del esquife. Además, está dotado de seguidor automático de blancos, cámara de visión nocturna, cohetes con alcance de 3O Km o más, cohetes de corto alcance, semiguía laser, amen de una ametralladora GAU de 12.7 mm, con mira laser, 2 km de alcance y una cadencia de disparo de 750-800 proyectiles por minuto. En resumen, un portento de máquina. Y aun así, los piratas se les escaparon. La cinemática aquí ha sido bastante imprecisa, creo. Porque una cosa es que hayan tenido que dar su versión de los hechos, y otra muy distinta que dicha versión se de de bofetadas con las leyes del movimiento, o incluso, y puestos ya, con la relatividad einsteniana.
