martes. 30.12.2025

Por Damián Peña

Los preparativos del debate sobre el Plan de Viabilidad de INALSA se prolongan ya varios días. Primero se reúnen para fijar el canal de televisión que deberá retransmitir, luego se citan para fijar fecha, modalidad y demás detalles. Da la sensación de encontrarnos ante un debate televisivo estilo “Elecciones Generales: Zapatero - Rajoy”. No se a quien puede interesar realmente un debate entre CC y PIL sobre INALSA o, incluso, sobre cualquier otro tema de actualidad.

No se cuenta para nada ni con expertos en la materia ni con los diversos colectivos sociales, como asociaciones de consumidores y de vecinos, sindicatos y Comité de Empresa, organizaciones empresariales y Cámara de Comercio, que en su conjunto conforman nuestra sociedad civil, y tienen un legítimo derecho a participar en algo tan importante como lo es la búsqueda de soluciones a la problemática existente en torno al modelo de gestión de la producción y suministro de agua en Lanzarote.

En lugar de un debate serio de la sociedad lanzaroteña entra en juego una especie de encuentro bilateral entre dos formaciones nacionalistas, o insularistas, que amenaza con convertirse en algo así como un rifirrafe postelectoral. Una buena ocasión para echarse en cara rencores del pasado, y de hace pocos meses también. Realmente una gran oportunidad perdida inútilmente que, con razón, causa incomprensión entre la ciudadanía.

Es curioso. Dos partidos que han estado gestionando directamente INALSA en los últimos años, y que, por lo tanto, se presupone habrán tenido o tienen alguna responsabilidad de la actual situación, nos quieren ofrecer ahora vía debate televisivo sus soluciones y recetas mágicas. Una parte defenderá las bondades del supuesto plan de viabilidad que, para mayor y mejor comprensión, podría llamarse sencillamente “Plan de privatización encubierta”. La otra lo rechazará por simple estrategia y oportunismo político y, sobre todo, porque ya no les permitiría realizar lo que en un futuro podrían hacer ellos mismos, posiblemente.

Pero, honestamente, lo que hace falta realmente, además de un debate abierto y objetivo, es un plan de viabilidad serio y riguroso, que implique recortes en el gasto y los sacrificios necesarios, pero cuyo objetivo sea claramente conservar y garantizar la titularidad pública de la Empresa Insular de Aguas. Lo que la ciudadanía difícilmente entendería es que se subiera ahora el agua para luego privatizar INALSA.

Debate de INALSA: Ocasión desaprovechada
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