Por Rosario González Perdomo
Nunca olvidaré un día que vino Castro Cordobez al Cabildo de Lanzarote cuando era consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias y delante de él, de Ines Rojas, presidenta del Cabildo, y de Mario Pérez, consejero del Cabildo, les dije que me dijeran cuándo había estado a exposición pública el proyecto de la carretera de Tahiche, y que me dejaran ver las alegaciones.
Mario Pérez me dijo que tenían una reunión y que no podían atenderme; Inés Rojas otro tanto de lo mismo, pero el señor consejero del Gobierno, don Castro Cordobez les dijo que me dejaran que explicara lo que quería; cuando escuchó lo que tenía que decir, le dijo a Inés Rojas y Mario Pérez que me hicieran llegar las alegaciones al proyecto, cuando estuvo a exposición pública.
No me las dieron nunca, pues no existían, por no haber estado el proyecto “JAMAS” a exposición pública. ¡QUE FUERTE!
No suelo escribir la palabra MENTIROSOS, pero eso es lo que han sido esta señora y este señor, los cuales para mí no merecen ni el don.
Es muy fuerte lo que han hecho con nosotros, llegando a mentir para quedar bien, pero ahora se han quedado con el trasero al aire, pues una jueza ha dado la razón a un grupo de vecinos y los han dejado a ellos y a otros muchos más como ellos como auténticos mentirosos.
A mí me han dejado por culpa de todas esas personas que rodeaban el proyecto como ladrona de mi terreno, que me quería quedar con algo que no era mío, pues al hablar de este proyecto, no supieron hacer llegar a la gente que no nos conocían las palabras adecuadas y espero, que sin darse cuenta las pronunciaran creando una gran confusión en la gente que al escucharlos hablar pensaban que tanto mis vecinos como yo nos habíamos quedado con los jardines de la parte delantera de nuestras vivienda sin pagarlos.
Doy gracias a que ha salido esta sentencia y de esta manera; muchos ven ahora que nunca mentí, que durante mucho tiempo busqué información en la Instituciones y no me la daban, puesto que no existía. Ahora todo tiene una explicación.
Aquel día en el Cabildo me sentí muy pero que muy inferior a ustedes y me preguntaba qué estaba haciendo yo, una persona sin estudios con estos maestros de escuela, con un señor muy importante del Gobierno de Canarias; pero hoy me siento muy orgullosa de ser quien soy pues no miento y siempre voy con la verdad por delante, y soy incapaz de vender un producto de mi tienda si sé que no le queda bien a una de mis clientas, aunque ese día no haya vendido un euro, pero ustedes sí son capaces de mentir para quedar bien.
Sólo les digo Inés y Mario que ni con todos los estudios que tienen me llegan a las suelas de mis zapatos.
