Por José Antonio Cabrera Martínez, presidente de la Asociación de Periodistas AssoPress
Hoy 13 de Noviembre, (tenía que ser 13), se ha ido de este mundo cruel, Luis García-Berlanga Martí. Tenía 89 largos años vividos en esta España, que tanto amó y tanto criticó, pero siempre con humanidad y tono de humor un tanto ácido, como la vida misma.
Nació en la soleada y luminosa Valencia, en 1921, y quizás eso le marcó y esa luz le ayudó luego a ver y entender mejor a sus personajes, aunque los mejores los retratara en blanco y negro, como la época de Franco que le tocó vivir y de cuya censura, su ingenio se burlaba con éxito.
Poseía una gran formación humanística (Estudió Derecho y Filosofía y Letras), lo cual se traslucía en el tratamiento cinematográfico de sus historias, reales y cotidianas y con unos interpretes a los que sacaba lo mejor de su personalidad.
Hijo de un Gobernador Civil republicano, se alistó voluntario en la División Azul, (que paradoja), aunque dicen que lo hizo para evitar represalias franquistas posteriores, cosa que logró solo a medias, como se vería con sus películas y sus líos con la férrea censura del Régimen.
Tras su ingreso en 1947 en el Instituto de Cinematografía de Madrid, se volcó de lleno en una apasionada y fructífera carrera cinematográfica que comenzó colaborando con Juan Antonio Barden, en "Esa Pareja Felíz", ya como director en 1951.
Sus películas se hicieron célebres en la España de la postguerra y títulos como "El Verdugo",o "Bienvenido Mr. Marshal", son considerados obras maestras de la filmografía nacional junto con otras como: "Novio a la vista","Calabuch", "Los Jueves Milagro", "Plácido", "El verdugo", "Vivan los novios", "Tamaño natural", "La escopeta nacional", "Patrimonio nacional", "La vaquilla", "Moros y cristianos", "Todos a la cárcel", "París Tombuctú", etc, etc, etc,.
Toda su obra es un fiel reflejo del país que le tocó vivir y sufrir, con sus miserias y grandezas, al que comprendió y por eso amó a su manera inconformista, con una ejemplar independencia, y un análisis crítico y sonriente de la sociedad española.
En 1986 recibió el Premio "Príncipe de Asturias" de las Artes y en 1993 el "Goya" al "Mejor Director" por "Todos a la cárcel". Su película "Plácido" fue nominada al "Oscar" a la "Mejor película de habla no inglesa" en 1961.
Recibió el Premio Nacional de Cinematografía en 1980, la Medalla de Oro de las Bellas Artes en 1981, y galardones en los Festivales de Cannes, Venecia, Montreal y Berlín, siendo elegido como uno de los diez cineastas más relevantes del Mundo.
Luis, se nos ha ido, en este Madrid oscuro de noviembre, ha dejado atrás la crisis, el paro, la envidia y los celos de esta cruel sociedad, seguro que pensando:
"ahí se quedan ustedes, yo les dejo mis películas para que sonrían de vez en cuando"
