El jefe de la Policía Nacional en Canarias, José María Moreno, se despide este martes cuando cumple 65 años tras 42 años en el Cuerpo y lo hace, admite, con "desasosiego" ante la situación que deja en el archipiélago, donde han llegado más de 9.000 inmigrantes y donde "por mucho que se prepare ahora mismo, se supera todo".
Por ello, entiende que actualmente "lo único" que podría dar de sí a esta situación es un campamento militar "bueno", un acuartelamiento o las instalaciones hoteleras que "ahora mismo desgraciadamente están vacías". Moreno señala que "está todo contemplado para que no estén en el Muelle de Arguineguín (Gran Canaria), cualquier cosa mejor que eso".
En este sentido, apuntó que giran las conversaciones entre los ministerios de Interior y Defensa para el acogimiento de inmigrantes, para agregar que "no es fácil la gestión de tantas personas", considerando así que es un problema "muy complejo" porque "todo depende del número de personas que llegan, de los medios que se tienen, de la situación de insularidad" y a lo que sumó la situación de pandemia que "es fundamental" en estos aspectos.
De este modo, el estar en pandemia, explicó en una entrevista recogida por Europa Press, hace que las fronteras estén cerradas, incluso con Marruecos, por lo que no se puede repatriar. Añadió que sólo con Mauritania "está habiendo algunos vuelos pero no para repatriar, todavía no se ha repatriado a nadie porque la situación es muy complicada".
A ello se suma también las situaciones bélicas de países como Mali, que impide la repatriación, y se registran peticiones de asilo porque afirmó que un "número importante" de los migrantes que han llegado son maliense y "muchos de ellos solicitan el asilo".
Además, expuso que salir de un territorio insular "no es tan fácil" porque deben tener una documentación en regla, así que señaló que actualmente están saliendo cupos hacia península porque lo permite el Ministerio pero "no se ha hecho ninguna repatriación".
"Efecto llamada"
Moreno ha señalado que la situación migratoria en Canarias "no tiene buena pinta" porque ha ido en ascenso durante el año y "ha habido un efecto llamada", a lo que agregó que es "muy complicado" controlar toda la costa de Marruecos y Senegal.
Asimismo, ha querido reconocer el trabajo de los agentes en esta "labor ardua" en la que para poder atender, apuntó, se está "haciendo trabajar a todos los compañeros de todas las comisarías, se van turnando, porque es imposible. Todos los recursos están puestos ahora en la inmigración".
En cuanto al proceso que se realiza una vez llegan los migrantes a tierra, explicó que las primeras 72 horas son de detención policial y después si "no se puede dar el trámite normal que sería internamiento en un CIE para después repatriarlo, quedan en una situación deambulatoria, que es legal".
Así, subrayó que "no es que no haya CIE, es que no entran en el CIE", ya que entran quienes van a ser devueltos pero si las fronteras están cerradas, no se puede repatriar.
La delincuencia baja un 20% en Canarias
Por otro lado, Moreno ha asegurado que en términos generales la delincuencia ha bajado un 20 por ciento en lo que va de año en toda Canarias salvo algunos delitos como los malos tratos o las estafas por Internet que "sí han repuntado", quizás apuntó motivado por el confinamiento.
Finalmente, ha admitido que entre las 'espinas' con las que se va está el no haber podido encontrar "nunca" el cadáver de Juana Ramos, "eso me lo llevo dentro" aunque, apuntó, que "no hay que desfallecer". En cuanto a la desaparecida Sara Morales, señaló que es un caso en el que "no hubo posibilidades de avanzar" pero aseguró que "nunca se abandonan esos casos".