martes. 19.03.2024

Roscas, cotufas... ¡flores de millo de toda la vida!

Como cada noche, supongo que lo hacemos una buena parte de los españoles cuando terminamos los quehaceres diarios, me entrego a las redes sociales para saber lo que se cuece más allá de mi pequeño universo cotidiano.

Hoy lunes, 22 de marzo, me sorprende Instagram con una instantánea de cierto socialista lagunero, de melena ya algo canosa, donde en el pie de foto afirma tener todo listo para una semana intensa.

Eso me hizo recordar que estos días la calle Teobaldo Power de Santa Cruz de Tenerife se vestirá de gala para recibir, después de dos años, el Debate de la Nacionalidad de Canarias. No es una competición para determinar quién es más canario, que en esto sabemos que ganaría algún majorero sentado en sillón rojo y gafas de pasta, (o eso piensan los que representan ese partido nacionalista); es un debate sobre el estado de la Comunidad Autónoma de Canarias.

Se trata del examen bianual en el que los 70 representantes de Canarias puntuarán la gestión de amapolas, rosas, claveles y abanicos.  Parten con algunas asignaturas en negativo como son los incendios, el COVID, las ayudas a autónomos, las oposiciones, la crisis turística o la inmigración.

Lo primero que pensamos es que las cuestiones debatidas la última vez estarían superadas, pues no; recuerdan aquel encarnizado debate entre Antona y Valido a cuenta de la Ley de Dependencia, pues sigue igual, agravado por la tardanza de convenios entre el GOBCAN y los Cabildos. En aquel último debate, llegaron a decirnos que para mejorar la situación de las carreteras de Canarias teníamos que mirar el paisaje o poner la radio; la realidad hoy es que nuestro querido Chano lo intenta, pero Manolo Domínguez sigue levantándose al alba para esquivar las colas de la autopista y llegar a tiempo a un pleno en Santa Cruz, o siempre que voy a La Palma no sé si veo la carretera de Fuencaliente o la obra de la Sagrada Familia. Bueno, y si hablamos de que el reparto de los dineros sea equitativo entre islas, seguimos igual, mirando desconsolados todos a la Gomera. De mayor en política quiero ser la que casi vio la estrategia política perfecta. Por supuesto, también seguimos sin nueva Ley de Juventud y sin nueva Ley Electoral, esta última ‘de verdad’ y no un pegote con 10 sillas más.

Ahora hablarán mucho de la pandemia, y el niño del Arucas le dirá a Navarro que todo se soluciona con el Plan Reactiva Canarias, aunque como hemos visto un año después, no ha logrado reactivar ni a los miembros del Gobierno, cobrándose los cargos de Sanidad y Educación.

La proclamada mejor defensora de la igualdad en Canarias se confinó tan bien que desapareció, y ni siquiera fue capaz de lograr su propia conciliación familiar real. La inmigración nos desborda y a Julio solo se le ocurre llamar a Astrid mentirosa por llevar el tema a la Cámara y decir que vivimos una situación de inseguridad mientras Ángel Víctor ejerce el silencio cómplice del socialismo de Moncloa. Mientras, el presupuesto en Juventud no llega a subir un 1% y tenemos la peor cifra de paro juvenil de España; alguien les tendrá que decir que los jóvenes son el presente y el futuro de estas islas.

Pues sí Gustavo, no será una semana fácil. Pero ya hace unos años, un no tan viejo Gabriel Mato, reconoció que ser Presidente del Parlamento había sido uno de los trabajos más difíciles de su carrera, el partido más complicado de arbitrar.

No sé si el día que Pedro Guerra inauguró la sede de la soberanía en Canarias sabía que se debatirían tantas veces las mismas cosas. Como canaria nunca imaginé ver tantos hoteles vacíos y tantos vecinos sin saber qué será de ellos mañana. Sé de la importancia de la política parlamentaría, pero hagámosla efectiva y eficiente. Debatan, pero lleguen a acuerdos que mejoren la vida de los canarios.

Roscas, cotufas... ¡flores de millo de toda la vida!
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