A ver, corazón, que nos conocemos. Que en este país la corrupción ya no escandaliza, se celebra. Pero depende, claro… de qué color lleve la corbata el corrupto. No es lo mismo robar con puño y rosa que con gaviota en la solapa. Porque lo del "todos los partidos tienen manzanas podridas" ya huele a fruta podrida desde la Transición.
Estos días al PSOE le ha tocado sacar la fregona. Un caso más de corrupción, sí. Y ¿qué ha hecho el partido? Expulsar al implicado, cortarse el dedo antes de que se gangrene la mano. ¿Y qué ha hecho la oposición? Sacar pompones, dar volteretas y celebrar la caída como si no tuvieran cadáveres políticos en su armario. Spoiler: tienen un cementerio entero.
Pero qué curioso, ¿no? Porque cuando en el PP alguien mete la mano en la caja —que, ojo, parece que la caja ya viene con código QR para el saqueo—, no se le expulsa. No, cariño. Se le afora. Se le protege. Se le manda al Senado. Se le aplaude. Y si me apuras, se le pone una calle. ¿Te suena de algo un tal M. Rajoy? Porque a día de hoy seguimos sin saber quién coño era.
En el PSOE, cuando alguien mete la pata hasta el fondo, hay consecuencias. Se le pone de patitas en la calle. Se da la cara. Se asume la vergüenza. En otros partidos, sin embargo, la corrupción se convierte en mérito para ascender. Es como una gamificación del mangazo: si robaste poco, concejal; si robaste mucho, senador; si lo negaste todo, ¡presidente!
Y mientras tanto, los ciudadanos mirando el circo y preguntándose por qué estamos tan hartos. Pues porque no es lo mismo una mancha que una lavandería industrial. Porque no es lo mismo asumir que encubrir. Porque mientras unos limpian su casa, otros te tiran la alfombra encima para esconder los cadáveres políticos.
Así que sí, el PSOE tiene que seguir limpiando lo que se manche. Porque el que la hace la paga, y si no lo hace así, que también se les caiga la cara de vergüenza. Pero no me vengas tú, señor de la gaviota, a dar lecciones de ética con los bolsillos llenos de sobres y la hemeroteca llena de causas judiciales.
¿Lo pillas o te lo tengo que deletrear en sobres?