jueves. 18.04.2024

Preguntas que nunca obtuvieron respuesta alguna…

Hay amores de todo tipo; amores bonitos y amores feos, amores que duelen y amores que curan, amores que jamás olvidarás a pesar del transcurrir de los años y que recordarás con anhelo y dulzura y amores que desearías olvidar con todo tu ser.

En el transcurso de nuestra vida llegaremos a vivir todo tipo de amores y experiencias. Experiencias de las cuales deberemos aprender para no incurrir nuevamente en aquello que en antaño nos hirió. Quizás no sean heridas visibles y quizás ni siquiera físicas. A veces las heridas emocionales son las más dolorosas y difíciles de sanar.

Aquellas heridas producidas en el “corazón” a través de la persona por la cual en algún momento de la historia hubiéramos dado incluso la vida si así se hubiera requerido, son esas que a pesar del transcurrir de los días, meses e incluso años solo son posible curar gracias a nuestra fuerza de voluntad y a nuestra capacidad de recuperación psicológica. Aquéllas heridas por las cuáles deberemos resurgir de nuestras cenizas tal como lo hizo el ave fénix.

Quizás en nuestro pasado fuimos el verdugo que originó estas dichosas heridas en algún ser querido o amado sin ser realmente consciente de ello... Sin embargo quiero aprovechar estas líneas para hablar de aquél verdugo que a sabiendas del daño que infligen a su “ser amado”  ya sea a través de sus palabras o acciones se atreven a ejecutar sentencia y a aplicar la pena capital sin ni siquiera sentir un leve remordimiento por ello.

A estos “verdugos” podríamos llamarlos de mil maneras diferentes, sin embargo llamemos a las cosas por su nombre; narcisistas.

Sí, mi querido lector, vivimos en una sociedad en la que sin ser realmente consciente de ello, nos movemos y rodeamos de auténticos seres con trastorno narcisista de la personalidad. 

El narcisismo es un tipo de personalidad en concreto que aunque más suena a personaje de películas  serie B, nada más lejos de la realidad, como acabo de expresar, vivimos en constante interacción con esta clase de “personas”. ¿Por qué pongo personas entre comillas?

Porque a pesar de que no dejan de ser personas de carne y hueso como diríamos coloquialmente hablando, la más triste y verdadera realidad es que están vacías en su interior, en cuanto a sentimientos se refiere.

No sienten empatía, ni amor, ni si quiera cariño por aquellos que le rodean. Simplemente se mueven bajo intereses personales y propios, sin más metas y objetivos en la vida que el suplir sus carencias afectivas y saciar su sed energética a cualquier costo.

Aparecen en tu vida como el huracán Katrina; revolucionará toda tu vida y tú día a día, durante los primeros meses de relación no tendrán otro objetivo vital que el enamorarte al precio que sea. Una vez tengan la certeza de que estás enamorado de ellos (como tú piensas que ellos pueden estar de ti) se les caerá la máscara que ocultaba el verdadero rostro de aquél monstruo de encantadora sonrisa y lindos ojos…

El verdadero tormento, el cuál te costará años de terapia y largos meses sin dormir y sin poder casi ni comer, comenzará al conocer a una bella y encantadora persona… Persona que se ajustará a todos tus cánones de belleza habidos y por haber. Persona con la cual ya soñabas incluso antes de conocerla... Persona con la que desearías pasar Navidad y presentar a tus padres...

Estas “personas” comenzarán siendo tu media naranja y acabarán convirtiéndose en la peor de tus pesadillas más pronto que tarde; te manipularán, te humillarán y acabarán hundiéndote psicológicamente como aquél iceberg hundió al formidable Titanic, y cuando ya no quede de ti más que un triste y  vago espectro de lo que algún día fuiste, te olvidarán y descartarán como si jamás te hubieran conocido.

Es por ello, que a través de estas líneas invito encarecidamente a mi querido lector a informarse como es debido sobre que es el narcisismo, como reconocerlo en seres cercanos a nuestro entorno y como evitar acabar teniendo una relación sentimental con  estos individuos.

Créanme si me atrevo a decir que nos va la felicidad, la integridad psicológica e incluso en ocasiones por desgracia la vida en ello…

“Para cuando la razón entiende lo sucedido, las heridas en el corazón ya son demasiado profundas”  -Carlos Ruiz zafón

Preguntas que nunca obtuvieron respuesta alguna…
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