jueves. 25.04.2024

La vivienda entra en campaña, con demagogia y propaganda

Al fin se dan cuenta que la vivienda es el problema número uno en este país, dado que cada vez resulta más complicado acceder a una, especialmente en Canarias. La cuestión es que al margen de este poner en primer plano el problema, poco más bueno podemos decir de lo que está saliendo, entre propuestas y declaraciones políticas. Me refiero, como ya se habrán dado cuenta, a los recientes anuncios del Gobierno con la nueva Ley de Vivienda y las viviendas de la Sareb. Con respecto a la nueva Ley de Vivienda, por lo que he podido ver de sus medidas, sin ser yo sospechoso de copiar el discurso reaccionario de la derecha, sí que creo que en el actual estado de cosas, con la sociedad que tenemos, donde cada ciudadano lleva a un capitalista dentro, tal cómo está el mercado de la vivienda, va a ser peor el remedio que la enfermedad, y lo explico. Para empezar, la nueva Ley de Vivienda propone topar los precios del alquiler en los dos próximos años, para evitar más subidas, pero con unos precios ya por las nubes en todos lados, ¿qué impacto real va a tener este supuesto límite a las subidas?, creo que muy poquito. Más allá de este límite, la nueva ley pone bastante énfasis en equilibrar la desigualdad existente entre el propietario y el inquilino en los contratos de alquiler de vivienda, y en proteger a los inquilinos frente a situaciones de vulnerabilidad económica y desahucios sobrevenidos frente a la acción de la justicia. Esto está muy bien como una medida menor, no como lo más importante. Porque seamos serios, el problema de la vivienda en España no son los desmanes y abusos de los caseros, tampoco su afán desmedido de lucro, el problema es que la media europea de viviendas sociales es del 11%, con países llegando incluso al 29%, y en España tenemos un 2%, y en Canarias un lamentable 1% de viviendas sociales. Este es el verdadero problema de la vivienda en España, que las administraciones no han hecho su trabajo. Cargar por tanto las culpas sobre el propietario de vivienda y ponerles las cosas más complicadas, me parece un dislate si no hay otras medidas compensatorias (bonificaciones fiscales, etc.), además de otras soluciones mayores que pasen por poner de manera urgente más viviendas en el mercado. Como no parece que se den esas otras medidas compensatorias, es muy probable que el efecto resultante sea el contrario, y muchos propietarios, ante el temor de que el inquilino se les quede en la casa sin pagar durante largo tiempo, y sin poder subir el alquiler, prefieran dejar el apartamento vacío par ir en verano o dedicarlo a la tan de moda opción del alquiler vacacional (que por cierto es un chollo en la mayor parte de España). Hay que tener en cuenta además que en España los medios de comunicación son mayoritariamente de derechas, y la ciudadanía, como he dicho antes, especialmente los propietarios, casi todos llevan a un capitalista dentro que solo quiere saber de rendimientos y beneficios, no de problemas sociales. 

Cuestiones importantes que no aborda esta nueva Ley, el tema de las competencias. Las competencias en materia de vivienda están transferidas a las comunidades autónomas, y es de suponer que las comunidades que no estén gobernadas por el PSOE no van a tener mucho interés en aplicar estas supuestas medidas. Tampoco intenta esta nueva Ley de Vivienda hacer frente a la especulación de los fondos buitres, ni ponerles las cosas más complicadas fiscalmente, ni buscar la forma de que las comunidades autónomas aprueben la Ley de Tanteo y Retracto o la Ley de Expropiación Temporal de Vivienda Vacía a Grandes Tenedores. No aborda esta ley el grave problema del alquiler vacacional (competencia municipal y autonómica), sin regular en la mayor parte de España, y que en territorios turísticos como Canarias está haciendo estragos en el alquiler de larga duración. Y puestos a mirar más allá, tampoco sabemos si habrá partidas económicas suficientes para optar por la vía de la nueva construcción de vivienda o la reforma de promociones inacabadas. Por no hablar del tufo electoralista que tiene haberla sacado en tiempo de elecciones, cuando llevamos tantos años reclamando que se legisle. Se olvida también el gobierno de abordar, en esta nueva ley o en otra, el grave problema de las subidas descontroladas de las hipotecas en España producto de las subidas del Euribor, por obra y gracia de los "sábios" que mandan en Europa, muchas familias se van a ver en la calle en los próximos meses y años, y no será culpa de los propietarios que alquilan casas.   

Y si electoralista es la nueva Ley de Vivienda, mucho más lo es el anuncio de las 50.000 viviendas de la Sareb que anuncia el Gobierno para "alquiler asequible". Para empezar miente Pedro Sánchez al contar cómo viviendas lo que solo son terrenos o promociones inacabadas. Si hablamos de viviendas pues, son bastante menos,  en Canarias por ejemplo no son más que 800, en todo el Archipiélago, muchas de ellas en bastante mal estado, otras ocupadas y otras no son aptas para alquiler social, por distintos motivos. Aparte de este detalle, para que el mensaje sea creíble el Gobierno tendrá que dar marcha atrás con dos acuerdos legales, el primero es el Real Decreto 1/2022 de 18 de enero, firmado por la Ministra Calviño, que ordena colocar en el mercado y vender antes de 2029 todas las viviendas de la Sareb. El segundo escollo será ver qué piensan los fondos buitre Blackstone y KKR (dos de los fondos más sucios que existen), del contrato que les entregaba la gestión de todos los activos de la Sareb para su comercialización y venta al mejor postor. Además de escollos legales y mentiras, también hay trampas en este anuncio de la Sareb, porque hablan de alquileres asequibles, y un alquiler asequible según la reciente normativa puede llegar incluso a los 600 euros. 

En resumen, así están las cosas en el lado del gobierno y sus acólitos, pero están aún peor en las oposiciones políticas mayoritariamente de derechas, criticando sin aportar nada, como si ellos no hubieran sido responsables de todos esos gobiernos en el pasado, o proponiendo medidas que solo pasan por menos impuestos, menos ayudas sociales, más capitalismo, más carga policiales, más aporofobia y más criminalización contra los pobres y contra las personas y familias que ocupan vivienda por necesidad. En fin, asistimos a un episodio más de políticos cobardes y acomodados que piensan que la gente es tonta y sueltan la primera medida que se les ocurre, sin base ni sustento, confiando en que sus máquinas de demagogia y propaganda hagan el resto. Así que nos va a tocar luchar mucho en los años que vienen, porque sin vivienda, no hay vida, no hay futuro, no hay nada. 

La vivienda entra en campaña, con demagogia y propaganda
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