El modelo turístico canario, desmontado en 6 sencillas reflexiones
Tras la manifestaciones del pasado 18M, no han tardado en saltar a la palestra los de siempre alertando del peligro de atacar nuestro modelo turístico, porque en los 60 éramos pobres, y es el turismo el que nos lo ha dado todo. Sobre esto, yo tengo una opinión bastante alejada, creo que es el turismo, que en 2024 alcanzó un récord histórico en ingresos con unos 24.000 millones de euros y casi 18 millones de turistas, nos lo está quitando casi todo, como veremos a continuación.
1.- La mayoría de esos 24.000 millones no se queda en Canarias.
El dato es de sobra conocido, y si la propia Consejera de Turismo del Gobierno de Canarias (del PP) dice lo que leemos en el portal de noticias de la Cadena Ser, Fuga de los ingresos del turismo: tres de cada diez euros se van fuera de Canarias a través de hoteles y aerolíneas, está claro que el porcentaje es aún mayor. Es sencillo: la mayoría de hoteles y aerolíneas que operan en Canarias son capital peninsular o extranjero, y no tributan aquí. Y afirmó que es más de ese 70% que da la consejera porque en esa estadística no se cuenta por ejemplo, que la mayoría de estos hoteles y cadenas extranjeras promueven el todo incluido, y compran casi todo a cadenas de suministro de sus lugares de origen, con muy poca implantación de consumir producto canario. La pregunta, obligada, que debemos hacernos, es si no merece la pena mantener una industria que nos arruina cultural, ecológica, habitacional y laboralmente para enriquecer a gente de fuera.
2.- La mano de obra que se crea también es mayoritariamente de fuera.
Otro detalle importante de este fallido modelo turístico en el que no se repara, es la procedencia de la mayoría de la mano de obra que trabaja en el sector, en especial en lo que se refiere al aumento del número de turistas de los últimos años. Porque de un lado las cadenas hoteleras y los touroperadores la mayoría de fuera, para sus trabajadores de perfil más técnico y de mayor cualificación, acostumbran a traerlos de su propio países o de la Península, por la falta de cualificación habitual que se achaca al trabajador canario. Y en el otro sector, el de los trabajadores sin cualificar, como el mercado laboral canario se basa en salarios muy bajos y condiciones precarias, se está optando mayoritariamente por contratar a trabajadores de países en vías de desarrollo, de Sudamérica, Norte de África o el Este de Europa. La pregunta que toca en este caso es si tiene sentido seguir creciendo en número de turistas, para que siga el efecto llamada de trabajadores de fuera que, no lo olvidemos, expulsan a los canarios del mercado laboral, de la competencia habitacional y, en último instancia, también de su propia tierra.
3.- La ausencia de moratoria y la no regulación del alquiler vacacional, un suicidio colectivo.
El hecho de que nuestra inoperante y vendida clase política no haya aplicado una moratoria turística en su debido momento (cómo sí hizo Baleares por ejemplo), una moratoria necesaria para repensar el modelo turístico que necesitábamos, y haber progresado en calidad en lugar de en cantidad, y que tampoco se haya puesto límite a la expansión del alquiler vacacional cuando lo avisamos hace ya cinco años, nos ha llevado al crecimiento imparable de la llegada de turistas de los últimos años, amparado en el crecimiento de plazas hoteleras y sobre todo de viviendas vacacionales, y a la par y cómo consecuencia de ello: llegada de mucha más gente de fuera para cubrir puestos de trabajo, subida de precios por la alta demanda, colapso de las comunicaciones, falta de recursos hídricos, contaminación generalizada, colapso sanitario y crisis habitacional. La pregunta que toca hacernos aquí, aceptando el error cometido, es si se le puede dar la vuelta a este despropósito. ¿Podemos decirle a toda esa población de fuera que ha venido para quedarse que se vuelvan a sus países, porque queremos reducir el número de turistas y avanzar hacia un modelo más sostenible y de mayor calidad? Me da que no. Y con la vivienda vacacional más de lo mismo, porque dudo mucho que todos los que están haciendo negocio con el vacacional estén de acuerdo con que se reduzca su porcentaje considerablemente y vuelvan a alquilar a familias canarias. Problema añadido por la generalización y extensión a toda Canarias del modelo del alquiler vacacional: que Canarias entera sea ya un macroresort, que las carreteras estén todas colapsadas, con turistas yendo y viniendo del pueblito al Teide y vuelta, que se aumenten los vertidos de aguas sin tratar al mar o el consumo privado de agua, y que nuestros pueblos estén totalmente turistificados y gentrificados.
Y lo peor de todo esto es que, con una política desastrosa de hechos consumados, el daño ya está hecho, será difícil revertirlo.
4.- La RIC, un instrumento diseñado para empeorar aún más las cosas.
La baja fiscalidad y otros instrumentos económicos del REF que se disfrutan en las Islas, tampoco ayudan a que el modelo turístico canario camine por la sostenibilidad. Así, en Canarias tenemos a emprendedores y mafias de medio mundo haciendo negocios, al calor del sol, y del paraíso fiscal de facto que hemos fabricado. Y entre estos instrumentos destaca especialmente la Reserva de Inversiones de Canarias (RIC), que siempre fue un coladero para evadir impuestos dado que no se controló nunca. Pero en los últimos años le han dado una vuelta de tuerca y hoy se permite invertir los beneficios de la RIC en empresas intermediarias que invierten en la construcción de nuevas plantas hoteleras y otros desarrollos turísticos. Algo así como un fondo de inversión pero enfocado en los hoteles. Para que entiendan la bicoca que esto supone, les invito a que se pasen por la web de la empresa Ric Capital. Una empresa por cierto socio preferente del Gobierno de Canarias, en esa famosa colaboración público-privada que nos venden como maravillosa.
5.- Lo de no implantar la ecotasa, por ese complejo de inferioridad canario tan arraigado.
La negativa mantenida de la clase política canaria ha implantar una ecotasa por pernoctación en toda Canarias, como no tienen tantos destinos turísticos en el mundo, cuando además se está viendo que el actual modelo no deja en Canarias más que un 30% de lo que se factura, no se puede entender más que desde ese complejo de inferioridad tan arraigado en Canarias, que nos lleva a no ser capaces de poner en valor un destino como el nuestro. Es tan sencillo como seguir la regla de la oferta y la demanda, y si medio mundo quiere venir a Canarias, será porque Canarias tiene mucho que ofrecer. Por tanto, para no morir de éxito, habría que haber implantado una ecotasa hace tiempo. Encarecer el destino para ganar en calidad y evitar la masificación que nos lleva irremediablemente al colapso. Esto es de primero de Economía.
6.- Y en último lugar los bajos salarios.
Lo de los bajos salarios que se mantienen en Canarias desde siempre, en especial en el sector turístico, es el remate a los despropósitos, producto también de ese mismo complejo de inferioridad del que hablo. No creer que se puede subir el nivel del destino, también en salarios. No podemos pagar más a los trabajadores porque eso encarece el destino y los turistas se van a marchar. Le hemos hecho el juego a la patronales del sector. Querían un destino barato, sin importar la mucho bello que tiene Canarias. ¿Por qué en Baleares el salario medio mensual en 2024 alcanzó los 2.453,63 euros, casi 1.000 euros más que el de Canarias? Ignorantes, o cómplices, nuestra clase política olvida todo lo que de estos bajos salarios se deriva, estando además sin vivienda y con precios casi como en Suiza. Migración masiva de jóvenes, expulsión de canario, trabajadores pobres, bajísima natalidad, efecto llamada para mano de obra de países en desarrollo que aceptan trabajar por menos, y que muchos trabajadores potenciales prefieran mal vivir con un Ingreso Mínimo Vital, con una Renta Canaria o cualquier otro subsidio, porque la diferencia entre eso y el sueldo es tan mínima que no le trae cuenta entrar al mercado laboral.
Y hasta aquí el desglose. Hasta aquí la explicación. Hasta aquí los argumentos, aunque cabrían muchos más. Por favor cállense ya los que critican a esa parte de la población canaria rebelde que no se conforma con este modelo turístico suicida y depredador.