martes. 23.04.2024

Síndrome del despechado

Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, despechado es lo siguiente:  “Adjetivo. Este vocablo se refiere de una persona en llenar y ocasionar algún sentimiento de despecho, animadversión, despecho, rencor, rabia, enfado, resentimiento, odio, furia, aborrecimiento, cólera y envidia causado por algún sinsabor, decepción o desengaño o de un amor no correspondido.”

Los políticos insulares nos han demostrado, con sus últimas actuaciones, que la definición que aplica la RAEL es perfectamente aplicable a su modus operandi, por mucho que a alguno le cueste creerlo.

Cuando el amor se rompe de forma unilateral, el despechado actúa poniendo de manifiesto sus más bajas pasiones, sin importarle quien de los dos tiene la razón o los motivos suficientes para romper tan idílica relación.

El amor que se instaló en el Cabildo y en el Ayuntamiento de Arrecife se rompió de tanto usarlo. El Pacto de las Perras, suscrito entre las, políticamente amantes, Miss Bolardo y Miss Avenida, fracasó porque a una de las firmantes alguien la mandató para que la rompiera ya que esa relación no era buena, a pesar de las coincidencias programáticas existentes entre ambas, el 90% según manifestaciones públicas de la mandataria popular.

Hasta aquí todo en orden, el PP ha tardado dos años y pico en darse cuenta de que su compañero de cama política no era lo que se esperaba y su capacidad de satisfacer al amante dejaba mucho que desear.

Esto en política es habitual, entre otras cosas porque los intereses de los políticos están en las antípodas de los de los ciudadanos. Se han dado cuenta de lo nefasto de la relación y la rompieron, un cese amistoso de la convivencia o una interrupción de la relación matrimonio-contractual.

Pero, una vez consumado el divorcio, con intercambio de rehenes entre las dos instituciones ya que los a hijos del PP en el Cabildo los han recolocado en el Ayuntamiento y a los del PSOE les enchufaron en el Cabildo, el despecho del amante abandonado ha hecho su aparición sin tardar demasiado.

Por una parte, el PSOE ataca al PP en el Ayuntamiento con el famoso caso Ginory. Doce años después aparece un informe que, según los primeros, haría que la sentencia decayera y así los ciudadanos nos podríamos ahorrar los millones de la sentencia dictada y no recurrida en el año 2012.

La concejala despechada, Señora Duque, muy posiblemente mandatada por algún espinoso asesor, solicita la celebración de un pleno para anular el regalo que el PP y CC habían hecho a sus amigotes. Para ello anuncia el famoso informe que nunca presentó al pleno.

Según la despechada, ese informe, incluido en el expediente municipal de dicha parcela, desmontaría por completo la operación “regalo a mis amigos” montada por sus ex socios de gobierno.

Resulta curioso que durante los dos años en los que los socialistas gobernaron con los populares y más aún, durante los cuatro años anteriores en los que los socialistas gobernaron, no hubo nadie capaz de sacar el mencionado cartapacio y, como consecuencia de las presiones judiciales, empezaron a pagar lo estipulado en la sentencia, siendo alcaldesa Eva de Anta y firmando los pagos Cristina Duque.

Esto, que en sí mismo es un escándalo, quedara en nada ya que la famosa comisión de investigación creada no va a ser capaz de depurar responsabilidad alguna, ya que de hacerlo, más de un socialista se pondría a temblar por sus implicaciones en esta trama.

Contra esta actuación de la despechada socialista y sus acompañantes, el PP contraataca con otro de los despechados cabildicios, el ilustrísimo abogado Don Jacobo Medina.

Este fenómeno político, surgido de la necesidad imperiosa de buscar un lugar donde cobrar sin trabajar, aduciendo su condición de licenciado en derecho, como si eso fuera un plus de inteligencia y aptitudes laborales, sale a la palestra de los amores rotos con la cuestión de las tardanzas institucionales a la hora de pagar a los proveedores.

Resulta curioso, que su amarga queja sobre los retrasos del Cabildo en pagar a los proveedores aparezca una vez que le han echado de su puesto de Vicepresidente primero y Consejero de Obras de la primera institución.

¿Y dónde estabas tú hace dos meses, alma de cántaro?

¿Es que ese retraso en el pago a proveedores solamente se produce una vez que te han mandado al ayuntamiento a asesorar sobre no se qué materias municipales?

Echarse en cara actuaciones políticas una vez que te han mandado a casa, después de haber estado trabajando en la misma cama que tu partener, me parece un poco infantil.

Y seguro que no se van a quedar, ambos despechados, en estas minucias. De aquí a final de legislatura seguro que vemos mas críticas de este estilo, provenientes de amantes que han compartido el mismo lecho y que, por circunstancias exclusivamente personales, se van a acusar mutuamente de incompetencia a la hora de gestionar los dineros públicos, como si realmente les importara el futuro de los Lanzaroteños.

Cuando te echan de la cama, por impotencia, inoperancia, inutilidad o cualquier otro motivo que les lleva al fracaso conyugal, es muy poco elegante denostar a tu pareja cuando, evidentemente, has sido cómplice mientras el matrimonio ha estado en vigor.

El despecho en el amor, ya sea por sentimientos o por intereses, es algo que demuestra la falta de calidad humana del sujeto abandonado. En política estas situaciones son más graves ya que, mientras en la primera de las situaciones, las reacciones son casi exclusivamente motivaciones sentimentales, en la segunda responden única y exclusivamente a razones contables.

Síndrome del despechado
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