miércoles. 24.09.2025

Astrid y Echedey, ¿hasta cuándo?

Lo que está pasando en Arrecife con los dineros públicos clama al cielo.

Lo que está pasando en el ayuntamiento capitalino, mas allá de la legalidad de los actos que se están celebrando y el dispendio desproporcionado que se está llevando a cabo, algo que determinará la justicia cuando la venga en gana, es algo que se está convirtiendo en una situación insoportable para las arcas municipales y que parece no tener freno.

Pero además de los responsables directos, el alcalde y sus acólitos políticos, tiene dos responsables directos que se llaman Astrid Pérez y Echedey Eugenio, si bien es cierto que con consideraciones diferentes.

El Alcalde, en su línea de arruinar lo que toca, antecedentes tiene, se ha liado la manta a la cabeza y, con la inestimable colaboración de su partener consuerte, la todopoderosa concejal de mucho e ignorante de mucho más todavía, no para de llevar a cabo actuaciones con dinero público sospechosas, supuestamente, de no cumplir con los mínimos parámetros legales que establecen las normativas aplicables a los eventos que realizan.

Si nos remontamos al inicio de su gestión pública, el número de despropósitos, supuestamente, ilegales que acumula es digno de estudio.

Navilan, concierto de Alejandro Fernández, concierto de Sebastián Yatra, el Circo, la fiesta de la Chola y la última el concierto de David de María, son ejemplos constatables de estos despropósitos. Todos o casi todos con un denominador común, salvo alguna salvedad, una determinada productora con lazos de amistad importantes.

Todos con informes absolutamente descomunales de los profesionales que saben cómo se deben, o mejor dicho, como no se deben hacer las cosas a la hora de cumplir con la legalidad vigente.

Un profesional pone un reparo argumentando cuestiones incontestables sobre una actuación y el alcalde, vaya usted a saber por qué, que yo si lo sé, se empeña una u otra vez en autorizar las actuaciones reparadas en base a contra informes elaborados por personal que no tiene ni puñetera idea de lo que está contra informando. Una periodista sin ningún conocimiento en materia legal contradiciendo a una economista de contrastada profesionalidad. A no ser que, siendo mal pensado, el informe no lo haga ella y se limite simplemente a firmarlo.

Si un, o una economista, profesional como la copa de un pino, dice que una actuación, en base a lo que se ha presentado en el ayuntamiento, no puede celebrarse bajo ningún concepto, este indocumentado, carente de vergüenza ni moralidad alguna, se permite el lujo de levantar y contradecir el informe presentado en base a otro a la carta redactado por alguien que carece absolutamente de los conocimientos necesarios para llevar a cabo dicho informe. Aun así, el carente de vergüenza, de ética y de dignidad, tiene la osadía, a saber por qué, de autorizar sus actos públicos con el único objetivo de que la ciudadanía, en su miserable creencia de que el pan y circo es lo que funciona, le vote en las próximas elecciones del 2027.

Pero esta actuación del alcalde y su consuerte tiene dos variantes que no podemos olvidar.

La primera es que con sus actuaciones, absolutamente irracionales, juega con la salud de los empleados honrados del ayuntamiento que no hacen otra cosa que cumplir con su trabajo de la manera más profesional, la única, que ellos conocen. De nada sirve que los funcionarios profesionales, que alguno queda en esa casa, cumplan con su obligación si luego vienen estos dos desneuronados políticos y les amargan la existencia con el único objetivo de seguir con sus desmanes, presuntos, económicos.

La segunda es que hay dos actores, Astrid Pérez y Echedey Eugenio, que están permitiendo semejantes despropósitos por diferentes razones.

La primera, la todopoderosa Presidenta del PP insular y a la sazón Presidenta del Parlamento Canario, consentidora, a sabiendas de lo que estos están dilapidando con dudosa legalidad, por órdenes de arriba. El presidente del PP Canario le ha dicho, supuestamente, que el alcalde no se toca porque las encuestas les dan muchos votos en Arrecife y eso es sagrado para un político al que la ciudadanía le importa poco, como a la práctica totalidad de los políticos sean del signo que sean. Da igual lo que haga el despilfarrador profesional y su consuerte que eso reporta beneficios para el partido aunque suponga unas pérdidas irreparables para los ciudadanos.

Y Echedey Eugenio es cómplice de lo que el alcalde hace, ya que como concejal de hacienda y festejos, tiene pleno conocimiento de todo lo que estos dos fenómenos del PP están haciendo. Por qué lo consiente? Es muy sencillo, el día que esto salte por los aires, el único culpable será el PP y, en su creencia, el gran beneficiado CC. El deja que el alcalde se estalle para después recoger los trozos que queden de ese partido.

Este pacto, por el bien de la ciudadanía y si me apuran, por el bien del PP debería estallar sin pensarlo más. No se puede consentir tanto desmadre con las cuentas y los dineros públicos sin que nadie le meta mano.

Criticamos a Pedro Sánchez porque dice que si convoca elecciones el país se pone en mano de los ultraderechistas y que eso, según su criterio, no puede ser bueno para España.

En Arrecife, se piensa que si el pacto se rompe y entra a gobernar el PSOE sería un desastre para el pueblo. Pues yo soy de la opinión de que no hay que mantener el gobierno nacional por miedo a lo que vendrá y que tampoco se puede mantener lo de Arrecife por miedo a la, supuesta inutilidad de Alfredo y su gente. Lo que hace Pedro Sánchez en Madrid es un despropósito y lo que hace el alcalde en Arrecife otro, con las diferencias de matiz evidentes.

Astrid y Echedey, ¿hasta cuándo?
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