La estrategia de promoción turística impulsada por el Cabildo de Lanzarote enfocada hacia el mercado estadounidense me parece profundamente desacertada. Desde mi experiencia en el sector y como presidente de una organización comprometida con el desarrollo sostenible y estratégico de Lanzarote me gustaría expresar mi desacuerdo con esta orientación, respaldada además por la Federación Turística de Lanzarote.
Esta apuesta, reiterada públicamente en acciones institucionales, supone un giro estratégico preocupante. No se trata de rechazar la diversificación, sino de no descuidar a quienes han sostenido nuestro destino durante décadas: el turismo europeo. Un visitante con alto poder adquisitivo, culturalmente cercano y con un potencial aún no aprovechado del todo en Lanzarote.
Resulta especialmente desconcertante que se promueva el mercado norteamericano cuando no existe conectividad directa ni infraestructuras adaptadas. Estados Unidos no tiene vuelos regulares a la Isla, y los escasos intentos anteriores, como los de United Airlines a Tenerife, han sido reducidos.
Según Booking.com, el turista americano aunque es obvio que será siempre bienvenido en el Archipiélago no está dispuesto a utilizar transporte público y no valora las certificaciones de sostenibilidad que tanto defendemos desde nuestras instituciones.
Mercados como Reino Unido, Irlanda, Alemania, Francia, Países Bajos, Bélgica y los países nórdicos han sido fundamentales para nuestro desarrollo turístico. Son mercados consolidados, fieles, respetuosos y cercanos. ¿Por qué no se invierte más en fortalecerlos? ¿Por qué no se estudia mejor su verdadero potencial?
Reorientar esfuerzos hacia un mercado lejano, sin planificación ni estructura, no sólo es ineficiente, es incoherente con los principios de sostenibilidad que el propio Cabildo de Lanzarote dice defender.
Y hay varias preguntas que me hago:
- ¿Qué lógica medioambiental tiene promover un turismo de larga distancia desde una isla que se declara destino sostenible?
- ¿Qué estudios de retorno económico y sociocultural justifican esta estrategia?
- ¿Por qué se destinan recursos públicos fuera mientras desatendemos mercados consolidados que valoran y respetan nuestra identidad?
En el último pleno del Cabildo el tono fue más populista y autocomplaciente que valiente en todo lo concerniente al futuro que queremos dejar a nuestros hijos en islas como Lanzarote. Incluso se llegó a hablar del turismo como una amenaza. Si enfrentamos una futura crisis económica que por los flujos tradicionales podría llegar, Dios no lo quiera y menos que sea a corto plazo, ¿cómo se explicará que hayamos descuidado nuestro motor económico, aquello que nos hace caminar con paso firme?
No se trata de proteger la cultura, el paisaje y la tradición que atesora esta maravillosa tierra encerrándolas en una urna de cristal sino de proyectar todo lo que tenemos al mundo con cabeza. Pero primero al mundo más cercano. Me consta que hay muchas personas preguntándose por qué gastamos tanto dinero y energía en conquistar Marte en lugar de invertirlo en proteger nuestro Planeta. Parece una comparación exagerada pero creo que ilustra bastante bien lo que trato de identificar como un claro error de partida.
Y no quiero dejar de mencionar lo ocurrido con la vivienda vacacional en el último pleno de Cabildo de Lanzarote. Se cita al señor Gabriel Escarrer para atacar este modelo sin reconocer que es el propio partido de algunos representantes en la sesión el que mantiene una normativa actual de vivienda que dificulta el acceso a la gente y en la que para alquilar mi casa sólo me falta tener que sacar una prueba de ADN… Por no explicar al personal como un autónomo se tiene que buscar la vida para lograr que te alquilen algo sin una nómina sólida que te respalde o un gran avalista, cosa que parece que muchos políticos, seguramente que por falta de experiencia vital, no deben saber.
Lanzarote merece una estrategia seria, coherente y respetuosa con su trayectoria y su futuro. No una campaña superficial que olvida lo esencial. Sobre todo no hay que olvidar la esencia de todos y cada uno de nosotros, porque a veces la perdemos durante el camino y olvidamos quiénes somos en realidad. Debemos pararnos un poco a pensar y agradecer nuestro crecimiento ordenado y el desarrollo que ha habido en un lugar que es envidia de medio planeta gracias a todas esas maravillosas personas trabajadoras que hoy son ejemplo de cómo se debe trabajar no ya en el presente sino en el futuro. Igual que heredamos una isla maravillosa en unas condiciones envidiables, tenemos que ser capaces de dejar algo o igual o si es posible un poco mejor. Y hacerlo con algo más de sencillez, de humildad y de reconocimiento por lo que está bien hecho y funciona. Aventuras y aventureros, pocos y lejos.