jueves. 28.03.2024

Ilusos y secretos

Pese a la recomendación de los letrados de la Cámara, los podemitas insisten en que el Congreso investigue al rey emérito. Es imposible. Ni lo hará la Cámara, ni tampoco los tribunales. Los comunistas españoles, en el fondo, son unos ingenuos. No se dan cuenta del papel que tuvo este rey, impuesto por Franco, en la bendita Transición. Ni tampoco imaginan siquiera que existen (dentro del depauperado papel de España en el concierto mundial) poderes muy importantes y servicios muy competentes que tienen la obligación de proteger al emérito. ¿Acaso cree alguien que Iglesias tendrá un día en sus manos algún folio relevante del CNI, por mucho que él crea que controla? No. Ni siquiera Sánchez podría llegar a toda la información sensible de que disponen los servicios secretos españoles. El CNI, como cualquier agencia de inteligencia del mundo, mantiene grados de acceso a su información. Esto lo inventó Edgar Hoover hace muchos años. Por ello me extraña que los podemitas insistan tanto en intentar acorralar al padre del actual rey. No lo hagan. En este país, como en cualquiera civilizado, existe lo que yo llamo una escala de poderes que están interconectados. Estos poderes no tienen nombre, pero existen. Había, incluso, un pacto tácito en cuanto a tratamiento informativo de la Casa Real, que se ha roto por culpa de una bragueta mal abrochada. Siempre han existido Mata-Haris, algunas en forma de princesas. Pero esto no es relevante. Lo importante es el hombre y al hombre -en este caso- no se le puede tocar. España no significa nada en el mundo, y menos con estos que hoy la gobiernan, pero sí lo suficiente para saber proteger a quien se tiene que proteger. Lo dejo ahí, ilusos.

Publicado en Diario de Avisos

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