sábado. 20.04.2024

Ahora, a por Cristóbal Colón

Es verdad que la historia da muchas vueltas y que sublima o degrada a sus personajes, al albur de lo que marcan los tiempos y sus circunstancias. Es verdad que los grandes héroes para unos son villanos para otros. Y ahora le ha tocado a Cristóbal Colón, porque un policía de origen chino mató brutalmente a un hombre de raza negra, poniéndole la rodilla en el cogote hasta asfixiarlo. Todo ocurre siglos después de la gesta del genovés. En el ínterin –intre, que dice el mago- ha resultado salpicado Sir Winston Churchill, cuyo su monumento londinense ha sido pintarrajeado; y un filántropo USA, cuya fría estatua han derribado, en un juicio muy póstumo, cortándole la cabeza, como decían que él hacía con sus servidores negros. En el colmo del paroxismo, un insensato propone el derribo de la estatua de Colón en Barcelona, nada más ni nada menos que el símbolo de la ciudad. Mañana le tocará al Liceo, por haber cantado en él el Coro de Esclavos. Verdi es también culpable. Mas la gente reacciona, la gente normal; la peli Lo que el viento se llevó, descatalogada de su portal HBO por presiones absurdas, ha sido la más vista de los últimos días. A lo mejor todo se resumía en una operación de incentivo cuando la recaudación había caído. Porque en este mundo traidor no se sabe qué es realidad y qué es simplemente marketing. Los personajes eternos ahora no lo son y se cuestionan sus hazañas porque un policía americano de padres chinos mató a un presunto delincuente negro, poniéndole la rodilla en la nuez hasta asfixiarlo. Las fronteras del racismo son infinitas y abarcan toda la historia. La insensatez de esa actuación policial va a acabar con Churchill, con Colón y con cualquiera que la turba señale en su violento proceder. De momento se salvan los hermanos Pinzón; pero todo se andará.

Publicado en Diario de Avisos

Ahora, a por Cristóbal Colón
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