Fotos: Dory Hernández
La ausencia de dos especialistas procedentes de Tenerife retrasó hasta este miércoles la autopsia que el equipo forense de Arrecife tenía previsto practicar sobre el cadáver de la mujer hallado este lunes en el maletero de un vehículo abandonado en la capital lanzaroteña.
Al parecer, según informaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Canarias, un entomólogo y un antropólogo acudieron este miércoles a Lanzarote desde la capital tinerfeña para asistir a los médicos forenses que tratan de esclarecer, en lo que se ha calificado como una “investigación extrema”, la identidad de la víctima y las especiales circunstancias en que se produjo su muerte.
Aunque la autopsia estaba prevista para este martes por la mañana en la sede forense del Palacio de Justicia de Arrecife, ésta tuvo que posponerse para este miércoles al objeto de que participaran también los citados expertos. Estos especialistas pueden determinar el sexo y ciertos datos étnicos de la víctima gracias a la antropología, así como concluir en que fecha se produjo la muerte a través de algunas de las ramas de la entomología.
Identidad del cadáver
Aunque el cuerpo fue hallado en avanzado estado de descomposición dentro un coche abandonado en un descampado entre Argana Baja y el barrio de San Francisco Javier, fuentes extraoficiales apuntaron que el cadáver podría pertenecer a Cathaysa Rodríguez Rodríguez, una indigente de 29 años, vecina de Los Alonso, quien, tal y como ratificaron fuentes policiales, ha dejado de frecuentar la zona de Las Rapaduras desde aproximadamente el pasado mes de noviembre.
Hasta ahora, asegura la Policía Nacional, no se tiene constancia de ninguna denuncia por desaparición, al menos en Arrecife, lo que refuerza esta teoría sobre la identidad de la fallecida. Además, los propios indigentes con los que al parecer la toxicómana desaparecida solía buscar chatarra para luego venderla, insisten en que hace semanas que dejaron de ver a Cathaysa.
Lo cierto es que después de que el Juzgado Número 8 de Arrecife decretara este mismo lunes el secreto sumarial, el mutismo se ha adueñado de un caso que comenzó con la llamada de un joven que alertó al 112 sobre algo raro que había en el maletero de un coche.
Por su parte, los efectivos de la Policía Científica de Arrecife prosiguen con el análisis del turismo en que apareció el cuerpo, que se encontraba junto a otros dos turismos abandonados. La existencia de huellas u otras muestras en el Seat Fura podrían incluso determinar si hubo indicios de violencia en esta muerte.
El vehículo en el que se encontró el cadáver estaba en estado ruinoso y estacionado en la parte trasera de un vivero de plantas situado en la zona, entre otros dos automóviles en condiciones similares. Los vecinos de la zona explicaron que el vehículo llevaba estacionado en la zona alrededor de una semana.
En cualquier caso, los resultados de la autopsia van a ser remitidos por el Instituto Anatómico Forense al Juzgado Número 8, que se encarga de la instrucción de este caso, en el que hasta el momento no se han producido detenciones ni sospechas claras. De momento, siguen sin conocerse a ciencia cierta las causas de su muerte y la identidad de la víctima.
En contra de las especulaciones vertidas en ciertos círculos, fuentes cercanas al caso descartaron totalmente que el cadáver pueda corresponder a la joven Sara Morales, de 14 años, desaparecida de su domicilio de Las Palmas el pasado 31 de julio de 2006.
Dos muertes por esclarecer
Como se recordará, el pasado 18 de febrero el casero de una vivienda de Tahíche halló también en un armario el cadáver de su inquilino, Alfonso Fernández Ramos, envuelto en una cortina y muerte desde hacía una semana. Junto con el caso de la mujer del maletero, cuya investigación comenzó el pasado 2 de abril, en menos de dos meses han sido dos las muertes registradas en Lanzarote en extrañas circunstancias, casos en los que, con toda probabilidad, hubo indicios de violencia.
Por el momento, a pesar de que continúan las investigaciones por parte de la Guardia Civil y la Policía Nacional en uno y otro caso, por el momento ni se ha localizado a las dos polacas que convivían con el fallecido de Tahíche ni se tienen demasiadas pistas sobre el último suceso del maletero.