El sábado se ha presentado con una anhelada lluvia que sin embargo llegó tarde para poder sofocar el crimen que cometieron uno o varios desconocidos esta madrugada en la capital de Lanzarote. Nada menos que actuaron en diez calles diferentes para terminar finalmente con dos decenas de contenedores que como tantos otros, miles ya, pasaron a mejor vida.
La impunidad de los que se dedican a quemar el mobiliario urbano es total y absoluta en Lanzarote. Si no, hace tiempo que habrían dejado de hacerlo. Igual que la llegada incontrolada de inmigrantes, parece ser ya un problema que se ha enquistado y para el que los políticos no encuentran ningún tipo de solución, si es que la están buscando. Un par de reuniones en el Cabildo y en el Ayuntamiento de Arrecife y poco más. Alguna detención que se ha producido de personas distintas que lo han hecho por motivos distintos y que casi en el mismo día de ser detenidos están en la calle.
Mientras, los ciudadanos están soportando este problemón, que en el caso de Arrecife entre la madrugada del viernes al sábado se ha convertido en un espectáculo dantesco. Con total impunidad, según ha informado el Consorcio de Seguridad y Emergencias del Cabildo, han quemado contenedores en la calles Fasnia, Padre Claret, Tophan, Fray Luis de León, Jerez, Triana, Portugal, Yágabo, Garajonai y Pamplona.
Como es lógico, los bomberos pasaron una noche toledana, de las que no les gustaría repetir. Se emplearon a fondo y acabaron con el fuego con agua pulverizada a chorro.
