AGENCIAS
Un joven esquizofrénico mató la noche del lunes a su padre con un cuchillo en Telde, en Gran Canaria, y antes de huir dejó una nota en el domicilio del fallecido en la que escribió "mi padre está muerto", informaron fuentes de la Policía Nacional, que buscan al presunto homicida.
El joven Emilio Torres Betancor, de 25 años y muy agresivo según su madre, Elisa Betancor, apuñaló en el tórax varias veces a su padre, Emilio Torres Santana, de 52 años, cuyo cuerpo fue hallado por su ex mujer sobre las 22.00 horas del lunes en su domicilio, adonde acudió tras no poder contactar telefónicamente con su ex esposo.
La mujer acudió acompañada por agentes de la Policía Nacional, que tuvieron que dar "varios portazos" hasta lograr acceder a la vivienda y después de decir al presunto parricida: "Emilio abre la puerta, que es lo mejor", según los vecinos.
Agentes policiales buscan al parricida desde esa noche, cuando huyó del domicilio paterno tras el apuñalamiento y agentes adscritos a la policía científica requisaron, en horas del mediodía, una mochila y una chaqueta que había en un parterre cercano al lugar de los hechos.
El joven vivía con su padre en la zona de Lomo Bristol, en las medianías de Telde, en un edificio a cuyos vecinos la Policía les pidió sobre la una de la madrugada que cerraran las puertas de sus casas "con llave" y se acordonó la zona, indicaron fuentes policiales.
Varios vecinos expresaron su asombro por el suceso y afirmaron que nunca habían oído discusiones "ni escándalos" en el domicilio del fallecido, a quien consideraban una persona "muy discreta", aunque algunos comentaron que "había problemas" entre el hijo y el padre.
Añadieron que veían a la víctima "todas las noches hablando por teléfono en la ventana, que luego dejaba abierta sin temer que alguien pudiera subir y entrar en su casa", mientras que otros señalaron que frecuentaba bares de la zona y "tenía problemas con la bebida".
El fallecido trabajaba desde hacía 20 años en la central de la empresa Emalsa, en la capital grancanaria, y vivía desde hacía dos meses de alquiler en una de las viviendas que fueron entregadas a los inquilinos el pasado mes de enero, tras terminar la construcción del edificio.
Los lugareños afirmaron que durante toda la noche estuvieron "muy asustados y nerviosos" debido al despliegue policial.
