El conductor del microbús accidentado este martes en la carretera que sube de Playa Blanca a Femés, José Estévez, denunció en la mañana de este miércoles en el programa "El Despertador" de la 95.8 la falta de seguridad que existe en esa carretera, y exigió a las autoridades competentes en la materia que no dejen pasar un día sin colocar unas vallas de protección o unos muros de hormigón que impidan que los vehículos puedan caer por el impresionante precipicio que se encuentra a la derecha de todos los que suben.
"Iba cargado con turistas alemanes para arriba de la rotonda de Maciot a Femés, y vi cómo un vehículo se acercaba hacia mí echando humo por las ruedas, como si hubiese dado un frenazo. La carretera estaba inestable y el coche iba haciendo zigzag. Al ver que el coche iba directo hacia nosotros y que probablemente nos habría echado afuera por el acantilado decidí que era mejor ponerme frontal para evitar males mayores", relató el chófer para explicar cómo se produjo el accidente en el que se vieron involucrados el microbús que él conducía -en el que viajaban 7 personas- y un turismo conducido por una mujer. "La verdad es que hemos escapado bien, dentro de lo que cabe, porque yo iba cargado de gente y si no chocamos la señora habría ido para abajo con el coche", subrayó.
No obstante, su intervención radiofónica se produjo sobre todo para denunciar algo que parece evidente, la falta de seguridad que existe en esa carretera. "Yo no sé cómo el Ayuntamiento permite que esa carretera no tenga raíles de protección o algo parecido, porque desde la curva de arriba de Femés, donde sí hay unas piedras, no hay absolutamente nada, y el que venga para abajo va por el acantilado", señaló indignado. "Se lo comenté al Guardia Civil, que lo entendió, porque lo mínimo que se podría hacer es colocar unos muritos de hormigón blanco como los que tienen en la subida de Haría", dijo, para añadir que "todos los días pasa muchísima gente por esa carretera".
Como piensan otros ciudadanos, el conductor del microbús dedicado al traslado de turistas considera que las autoridades, los políticos, no se mueven y hacen las cosas hasta que suceden las desgracias, como pasó recientemente con la zona de Puerto Naos, que no se valló hasta que murió un niño. "Hasta que no pase algo grave no van a ser capaces de hacer nada", comentó al respecto. "Yo iba cargado, con cinco adultos y una niña de tres o cuatro años, y cada vez que me acuerdo se me corta el cuerpo. Parece una tontería, pero me quedé al borde del precipicio, y si yo no paso por allí la señora se cae por el precipicio. Afortunadamente todos estamos bien, pero esto debería servir para que hagan algo", concretó para enfatizar su denuncia.
