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La víctima, sin embargo, aseguró que sólo conocía de vista al joven, José Juan A.S., de 23 años, quien se enfrenta a una pena diez años de prisión, una multa de 18 euros diarios durante dos meses por las lesiones producidas y otra de 20 euros durante 20 días por una falta de amenaza, además de a una indemnización de 6.000 euros.
La joven, I.C.M.S., afirmó que el día en que sucedieron los hechos, el 14 de marzo de 2001, José Juan A.S. se le acercó y le dijo que quería tener un hijo suyo y salir con ella, que no paró de molestarla y que le llevó por la fuerza hasta el palmeral donde la violó.
Así mismo, sostuvo que el agresor le manifestó antes de violarla que "cuando lo de abajo se calienta lo de arriba no piensa" y que, una vez en el palmeral, la empujó al suelo y la forzó.
El acusado, por el contrario, dijo que todo sucedió voluntariamente y que fue una relación sexual normal, y que la lesión que la víctima asegura que presentaba en el cuello pudo ser de un beso, por lo que su abogado solicitó la libre absolución.
El médico forense que examinó a la víctima declaró que la menor presentaba una inflamación vulvo-vaginal aguda de carácter reciente y que pudo tener un origen traumático.
Así mismo, indicó que en la zona perigenital no había señales de violencia, pero que ello no implica la inexistencia de una agresión sexual, y que no apreció otros signos agresivos en el cuello ni en las demás partes del cuerpo, que bien pudieron desaparecer en las 48 horas transcurridas hasta que se le hizo el examen médico.
La fiscal, que elevó sus conclusiones provisionales a definitivas, afirmó que en la vista oral quedaron acreditados los hechos por los que se acusa al joven.
Dijo que, independientemente de que la víctima pudiera conocer con anterioridad al acusado o haber mantenido con él relaciones que, según la fiscal, no quedaron acreditadas en la vista oral, ello es "irrelevante" y pertenece a la esfera íntima de la víctima.