Giuseppe Massimo Chindamo, el pasado jueves en la Audiencia Provincial de Las Palmas.
El juez emitió este martes una sentencia condenatoria de 25 años de prisión contra Giuseppe Massimo Chindamo como responsable de un delito de asesinato con las agravantes de alevosía y ensañamiento (24 años), y otro de quebrantamiento de condena (un año), con la concurrencia de la circunstancia agravante de parentesco.
El jurado popular declaró la pasada semana culpable de asesinato con las agravantes de ensañamiento, alevosía y parentesco a Massimo Chindamo por la muerte de su ex pareja, María Elena Pedraza Velánzquez, a cuchilladas ante las puertas de la Cruz Roja de la capital grancanaria.
Además, de a la prohibición, durante 25 años, de residir en Las Palmas de Gran Canaria, así como la prohibición de acercarse, durante igual tiempo, al padre y hermanos de la víctima, en cualquier lugar donde se encuentren.
En concepto de daños y perjuicios, deberá indemnizar con 120.000 euros a los perjudicados.
La sentencia explica que en cuanto a la circunstancia “que torna el homicidio en asesinato, los miembros del jurado han estimado que ha concurrido por dos motivos, uno por el factor sorpresa que concurre en el crimen y otro por que se trata, para los miembros del Jurado, de una muerte traicionera, por la espalda”.
El jurado popular llegó a la conclusión de que el apuñalamiento fue sorpresivo, sin que la víctima pudiera defenderse “por la inexistencia de heridas defensivas” y “porque no vio el cuchillo al llevarlo oculto el agresor”.
Los hechos también son constitutivos del delito de quebrantamiento de condena, pues el acusado había sido condenado en sentencia de 26 de abril de 2006, entre otras, a la pena accesoria de alejamiento, es decir, se le prohibió aproximarse a menos de 500 metros o de comunicarse por cualquier medio con doña María Elena durante dos años, y sin embargo, escasos días después, el 9 de mayo de 2006 ocurrieron los hechos que nos ocupan, amen de que se ha declarado probado que “deambuló en varias ocasiones por los alrededores del domicilio de quien había sido su novia para saber de sus movimientos”.
