Fotos: Dory Hernández
El Salón de Plenos del Cabildo de Lanzarote acogió este jueves una sesión del Consejo Insular de Formación y Empleo, en la cual se planteó la necesidad de pedir a los empresarios de hostelería que exijan cualificación y formación al personal contratado de servicios. En dicha reunión estuvieron presentes, entre otros, el consejero de Empleo y Asuntos Sociales, José María Espino, la directora general del Servicio Canario de Empleo, Soledad Monzón, y la concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Arrecife, Dolores Curbelo.
El verdadero objeto de la reunión era dar el visto bueno a la programación de formación de 2007 que se encuentra insertada dentro del Plan Nacional de Formación e Inserción Profesional, el Plan FIP. Además, se pretendió dar soluciones, entre otras cosas, a la escasa demanda que tienen los cursos de camareras de pisos y el resto de profesiones relacionadas con el sector de la hostelería, algo que pondría en peligro que en el futuro se siguieran impartiendo dichos cursos para desempleados en la Isla.
Por otro lado, Soledad Monzón afirmó que actualmente en Lanzarote hay casi 6.000 desempleados aunque la directora general del Servicio Canario de Empleo asegura que Lanzarote siempre se ha caracterizado por ser una “isla ejemplar” en cuanto al “consenso entre la patronal y los sindicatos” y en cuanto a la mejora de la formación y las políticas de empleo. “Es necesario que a la hora de contratar a las personas les exijan que tengan esa formación como requisito para la contratación y eso obligará a que las personas que quieran trabajar se formen”, aseveró la directora general.
El curso 2007 tendrá como novedad varios cursos que, tras el análisis llevado a cabo por los ayuntamientos, los técnicos de los sindicatos, los técnicos de la propia patronal y del Cabildo se han incorporado a la programación. En este sentido, Monzón aseguró que “lo que se ha aprobado ahora saldrá publicada y los centros colaboradores tendrán la referencia para solicitar los cursos que se desarrollarán a partir de marzo de 2007”.
Los alumnos desempleados podrán optar a la realización de prácticas en las empresas y se podrán matricular en los 85 cursos elegidos, aunque si las empresas no se apuntan a impartir las clases, los cursos se reducirán bastante.