La II Semana del Libro de San Bartolomé presentó este jueves el segundo de los libros incluidos en esta edición, la “Guía turística no oficial”, una obra de Manuel González (Editorial Cíclope).
El acto, que tuvo lugar en la Avenida de Playa Honda, a la altura de la calle Princesa Ico, contó con la presencia de la primera teniente de alcalde, Concepción Álvarez, la concejal de Cultura, Dolores Corujo, y Félix Hormiga como representante de la Editorial Cíclope, así como otros miembros de la Corporación, que quisieron sumarse para arropar al autor en la presentación de esta publicación.
La concejal Dolores Corujo, en nombre de la Corporación, agradeció la presencia del autor, elogiando su obra, y Félix Hormiga detalló la trayectoria profesional del escritor Manuel González. El autor leyó varios párrafos de la publicación que se presentaba y poema introductorio.
El acto resultó muy entrañable, repartiéndose una rosa y un libro, por asistente al acto. Se hizo especial mención a Gorgonio Muñoz, como uno de los socios fundadores de la Editorial Cíclope, destacando que parte del libro que se presentaba es un homenaje a esta figura, y sobre todo compañero y amigo, ya desaparecido del autor.
El autor, Manuel González Barrera
Manuel González Barrera nació en Arucas, Gran Canaria, en 1936. Forma parte del grupo de poetas más destacado del panorama literario actual de Canarias. Es autor de varios libros de poesía entre los que destacan: Mar Humano, Primer premio de poesía “Alonso Quesada”, en la Laguna en 1964 y Afirmación y Acercamiento de mi isla .
La obra, "Guía Turística no oficial"
Según la introducción de Félix Hormiga (es uno de los introductores de dicho libro) Guía Turística no Oficial, de Manuel González Barrera, es tal vez el segundo mapa de riesgo de las no pensadas y tristes aventuras a las que son sometidas las gentes y sus territorios, el imaginario y la realidad (la del pan, el amor, el sudor y las lágrimas).
El primero de los mapas de riesgo fue: ”La selva de Doramas” del poeta fundacional Bartolomé Cairrasco. Mientras Cairrasco se duele de la desaparición (a tan temprana edad colonial) del bosque, elaborando el primer documento Ecológico del que se tiene noticias, Manuel González Barrera conjura la laceración del arrollador y devastador mundo de las hordas vertebradas en la sinrazón, el desenfreno y el atroz .
Con una poética veloz, llena de imágenes y aciertos el poeta, niño que fue en Castillo del Romeral, desgrana verdades dolorosas, grandes como montañas y profundidad como barrancos. Todo en su lenguaje esta estructurado por el pensamiento, nada es visceral, aunque el resultado lo parezca, habida cuenta de su crudeza orgánica, su pasión y vehemencia (como la de los locos conscientes de su locura).
