La cantautora lanzaroteña Rosana vuelve esta semana a la Isla que la vio nacer para hacer disfrutar a los miles de fans que la siguen desde el inicio de su carrera y que demostraron ya desde la presentación del concierto que la siguen con el mismo entusiasmo que hace diez años. El Castillo de San José fue el lugar elegido por los organizadores del evento para que Rosana charlara con los medios, pero a su llegada, la cantante internacional se encontró también con un gran número de aficionados que no se quisieron perder las palabras en directo de su ídolo musical, que presentará este jueves por la noche su último trabajo, Magia.
Entre risas y en un ambiente relajado Rosana y la presidenta del cabildo insular, Inés Rojas, que fue la encargada de acompañar en la mesa a la cantante, protagonizaron el encuentro en el que hubo desde agradecimientos y halagos hasta extensas reflexiones sobre la situación de Canarias y de Lanzarote.
Rosana demostró que es un personaje comprometido y que la fama no se le ha subido a la cabeza. Los asistentes pudieron acercarse un poco más a la faceta más humana y divertida de Rosana, que supo combinar en su discurso parte de promoción de su disco y alguna que otra crítica a la situación de la Isla.
Un espacio musical y alguna preocupación
Rosana lleva más de diez años viajando por el mundo exportando su sonido y también su personalidad, que como ella misma reconoce “está muy ligada a esta tierra”. Y es que la cantante no olvida donde está su casa, “vuelvo continuamente a Lanzarote y ahora me alegro de volver a actuar justamente en unas fiestas y en un municipio al que tan apegada estoy”.
Lleva más de cuatro años sin pisar un escenario lanzaroteño, y aunque sea el último punto por el que pasará en su gira por Canarias, se mostró encantada de volver a actuar para el público conejero. Cuatro años es mucho tiempo sin actuar en la Isla, pero Rosana explicó con sinceridad el porqué de esta demora, que no ha sido más que “una cuestión de espacio y además, no hemos sido invitados antes”.
Parece ser que desde su último encuentro en las Fiestas de Famara en 2002 no ha recibido ninguna otra oferta por parte de las autoridades de la Isla para ofrecer un concierto. Ahora por fin lo han hecho, pero la cantante no olvidó detallar las carencias que hacen que no pueda acudir a las citas lanzaroteñas fuera del verano, “Lanzarote necesita un espacio para que los artistas puedan ofrecer actuaciones en acústico para un aforo intermedio”.
Exactamente, Rosana señaló al auditorio de Los Jameos como el lugar idóneo para este tipo de conciertos, que ahora permitiría a los cantantes integrar a la Isla en sus giras de invierno. Pero esta no fue la única reivindicación de la lanzaroteña, que también tuvo tiempo de opinar sobre otras cuestiones como los conexiones aéreas con Lanzarote o la imagen que se está exportando del Archipiélago en el exterior “sobre todo en los últimos tiempos con la llegada de los cayucos”.
En sus viajes por el mundo, Rosana ha tenido tiempo de observar cómo se vive en el exterior el fenómeno de la inmigración desde África, “la gente cree que las playas están llenas de cayucos y de gente desvalida”. Quiso ante todo hacer una defensa de la situación que viven los inmigrantes, que sabe que salen de sus países “guiados por la necesidad”, pero también sabe que “hacia fuera se está llevando una imagen equívoca, se está haciendo una lectura errónea de esta tierra”.
Magia mantiene su esencia
Pero ante todo, Rosana viene a la Isla para presentar a los fans su último trabajo, Magia. “Se trata de un disco más eléctrico, más roquero en algún momento, tal vez más atrevido”.
Sonidos diferentes pero también muy característicos, como ella misma explicó “sobre todo en este disco se nota la evolución lógica de 10 años de trabajo, que en esencia siguen manteniendo mi personalidad, mi optimismo, que es la algo muy mío”.
Y es que esta lanzaroteña internacional se ha definido siempre por su perpetua sonrisa y su buen humor, que han sido sus marcas de identidad desde que despuntara en el mundo discográfico con su primer éxito, Lunas Rotas. Ahora, con cuatro discos a sus espaldas, multitud de colaboraciones y muchos conciertos por todo el mundo, llega a Lanzarote con Magia.
En su primer mes en el mercado se convirtió en disco de platino y los que le quedan por vender. Con él ha recorrido ya veinte puntos de la geografía nacional, y comenzará después su periplo por países de Sudamérica y otros lugares del mundo en los que ha conseguido hacerse un nombre.