viernes. 19.04.2024

Uga, el pueblo que posee la cabaña camellar más importante de Europa, abrió las Fiestas de San Isidro Labrador con una amena narración llena de anécdotas y experiencias en la voz e interpretación de Pedro Mariano Viñoly Camacho, conocedor desde niño de la cría y el cuidado de camellos, que ejerció de pregonero este martes representado al sector camellar de Uga con un mensaje de exaltación, primero, a la figura del animal por lo que representó en el pasado en las tareas agrícolas de Lanzarote y la construcción de un paisaje único como la Geria y lo que representa hoy con los paseos a turistas en el Parque Nacional de Timanfaya, e igualmente, al trabajo de generaciones de familias dedicadas en cuerpo y alma a la atención de los animales en el Vallito de Uga.

El Ayuntamiento de Yaiza destaca este miércoles en nota de prensa que el pregonero subrayó que "el camello es noble y nobles son los camelleros", arrancando aplausos del público que llenó la sala del recién estrenado Centro de Interpretación del Camello, en un acto participado por el alcalde de Yaiza, Óscar Noda, el concejal de Festejos, Javier Camacho, la concejala responsable del sector, Águeda Cedrés, y ediles de la Corporación municipal.

Pedro Viñoly nombró uno a uno a los veintidós camelleros fallecidos de Uga que impulsaron los paseos a lomo del animal en Timanfaya como actividad sostenible vinculada al turismo, actividad declarada Patrimonio de Interés Social y Cultural de la que depende la subsistencia de cuarenta familias del pueblo, sin duda, el momento de mayor emoción del acto.

Óscar Noda también defendió el trabajo de los ganaderos de Uga: “hay trabajo y sacrificio, seguro, costes, también, pero igualmente hay enormes satisfacciones al realizar una actividad turística que no solo hace más bella Lanzarote, sino que es muy respetuosa con el bienestar animal”.

Pedro Mariano rememoró en un lenguaje cercano y de calle el trabajo del camello en el arado, sembrado y trilla de legumbres, “el camello era el camión de la Isla”, para luego hacer un semblanza del paso del animal a Timanfaya.

La profesión de camellero se descubre a principios de los años cincuenta, cuando aparecen los primeros recorridos de turistas sobre lomo de camello para apreciar las maravillosas Montañas del Fuego. Hoy se pueden contar camelleros de hasta cuatro generaciones de una misma familia.

Hubo un momento, anotó Pedro Viñoly, “que nos estábamos quedando sin camellos”, la dificultad para alimentarlos o la falta de asesoría técnica amenazó seriamente el mantenimiento de la cabaña, no obstante, “el buen hacer de Domingo Brito, en la parte técnica, de Enrique Pérez Parrilla, en la parte política, y la acción del camellero Francisco Mesa, nos salvaron de la ruina”.

El camello asimismo sigue siendo una figura importante en las celebraciones de mayor tradición de Canarias. Las romerías reclaman los camellos, aunque esos encuentros festivos, como el de Uga, no solo es una exhibición del animal, sino que representan la confraternización de compañeros de trabajo, merecedores de momentos de esparcimiento, de amigos y también de compañeros de parranda como Pedro Mariano que disfruta cantando y tocando por las calles de su pueblo.

En el pasado las sillas de los camellos eran de madera, “nos las hacía un señor de La Asomada”, hasta que el artesano de Uga, Marcial Viñoly, se le ocurrió fabricarlas de hierro, “que son las que se utilizamos actualmente y que duran mucho más”. Y una figura artesanal de un camello con su silla elaborada por el artesano Marcial fue el obsequio simbólico que el Ayuntamiento entregó a los camelleros en recuerdo de su emotivo pregón.

Los documentos de archivo dan fe que a principios de los 60 el Ayuntamiento de Yaiza ya tenía control sobre la actividad. El paseo a camello se convierte entonces en uno de los atractivos turísticos más importantes de Lanzarote, actividad que sigue sobreponiéndose a los estragos de la pandemia.

El pregón de Uga exalta la nobleza del camello y el trabajo de sus criadores
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