Un año más miles de personas se han lanzado este sábado a la carretera para participar en la tradicional peregrinación que se realiza a la ermita de Mancha Blanca, en Tinajo, para saludar a la Virgen de Los Dolores y para realizar las habituales ofrendas.
Desde primeras horas de la mañana una marea de romeros, vestidos en su mayoría con los trajes típicos de la tierra, se han hecho notar por los distintos caminos que conducen hasta el mayor templo de devoción cristiana de Lanzarote, en la que es sin duda ya la mayor fiesta de todas las que se celebran en la Isla, y una de las más importantes de Canarias.
Entre las numerosas presencias de autoridades ha destacado la del presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, que este año no se ha querido perder la celebración y ha acompañado a su compañero de partido y alcalde de Tinajo, Jesús Machín. Junto a él, como ha recogido este mismo sábado el propio Clavijo en su cuenta de twitter, su nuevo consejero de Turismo, Isaac Castellano.
Sin embargo, no ha sido un día sencillo, especialmente porque el tiempo no ha acompañado. Viento, sol, nubes, sol de nuevo, más viento, y la sensación térmica que ha bajado de forma considerable al caer la noche. Todo eso, junto a otros factores que ya se han ido analizando en los últimos años, ha provocado que en este 2017 no se hayan podido contar ni de lejos los romeros que colapsaban la entrada al templo de Tinajo otros años. En la imagen, ya captada de noche, se puede apreciar que ni de lejos se ha producido la riada de otras épocas, en las que la gente se agolpaba en la plaza y en los alrededores de la ermita.
A lo largo del día, una vez que se puedan hacer estimaciones, se irá conociendo el número real de personas que han llegado hasta Mancha Blanca, que ha ido oscilando en el tiempo y que tuvo su menor participación en 2012, el año que se decidió trasladar la romería al domingo. Independientemente del número, lo que está claro es que los que lo han hecho lo han hecho con todas las ganas, el fervor y el buen humor del mundo. De lo contrario no irían. También se ha notado en esta edición mayor participación de personas en otras jornadas, gente que ha cumplido la promesa de ir a ver a la Virgen de Los Dolores en un día distinto al de la mayoría de los peregrinos.
Por su parte, como es ya tradición, los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote han colaborado con la festividad de la patrona de la isla repartiendo fruta y agua a los caminantes que, desde todos los rincones de la isla, se han acercado este sábado hasta la ermita de Mancha Blanca para rendir homenaje a la Virgen de los Dolores.
El Cabildo de Lanzarote, a través del Área de Transportes y la empresa Arrecife Bus (concesionaria de la prestación de este servicio en la Isla), han vuelto a establecer este año un Servicio Especial de Transporte regular de viajeros por carreteras para atender las necesidades de movilidad de las personas que se desplazaran hasta Mancha Blanca para participar de las fiestas patronales de Nuestra Señora de Los Dolores. El horario de los diferentes trayectos se ha adecuado a las solicitudes trasladadas por el Ayuntamiento de Tinajo, según explicó esta semana el Cabildo.
La Festividad a "Nuestra Señora de Los Dolores" se celebra cada 15 de septiembre con profunda devoción, alegría y respeto, llegando los devotos a la ermita de Mancha Blanca desde todos los puntos de la isla y del resto del archipiélago.
La romería constituye uno de los actos principales de la festividad, celebrándose desde hace años hasta convertirse hoy día en unas de las romerías más fervientes y populares de las Islas Canarias. El pueblo de Lanzarote con este gesto quiere seguir agradeciendo a "Nuestra Señora de Los Dolores" el Milagro; "Detener el manto de lava que amenazante se cernía sobre los pueblos de Mancha Blanca y Tinajo. Bastó su presencia en abril de 1736, para que de repente y a los pies de Nuestra Señora, la lava retrocediera por coladas anteriores hasta pararse definitivamente". La Virgen de Los Dolores mereció entonces el sobrenombre de Virgen de los Volcanes.
Las gentes salen caminando de madrugada desde muchos puntos de la isla, con sus madres, padres, hijos, hermanos, amigos, guitarras y timples para congregarse en los alrededores de Tinajo sobre el mediodía.
A la sombra de cualquier zoco, palmera o higuera aprovechan la ocasión para descansar, echarse unos enyesques con un buen trago de vino de la tierra y afinar sus gargantas; sobre las cuatro de la tarde en las proximidades de la Iglesia de San Roque, parte la romería con sus carros tirados por burros y camellos, al ritmo de los variados instrumentos tradicionales, entremezclándose con cantares populares y gritos de los más chinijos en una explosión de alegría y participación, para alcanzar sobre las nueve de la noche la ermita de Mancha Blanca, donde nos encontramos con la Virgen, donde los feligreses se encuentran con la virgen dejando a sus pies las humildes ofrendas que con tanto cariño han llevado.