Con el sol propio de este mes de septiembre, un calor terrible y un viento que no es habitual en esta época del año se presentaron este sábado por la mañana los más madrugadores a la ermita que custodia la imagen de la Virgen de los Dolores, en el pueblo de Mancha Blanca, en Tinajo.
Sin embargo, el tiempo ha ido cambiando con el paso de las horas, y el viento y el sol han dejado paso a un ejército de nubes que se han ido posando sobre la Isla y que han permitido que el camino de los peregrinos fuera un poco más llevadero.
Miles y miles de personas que han salido desde todos los puntos de Lanzarote para llegar a Mancha Blanca, con una concentración especial, sobre todo desde las cinco de la tarde, en la rotonda del Monumento al Campesino, en San Bartolomé.
Precisamente desde ese municipio parecía que todo estaba controlado. De hecho, tal y como destacó a primera hora de la tarde su Ayuntamiento en nota de prensa, una multitud de vecinas, vecinos, agrupaciones y colectivos, así como miembros de la Corporación, participaron la romería de Los Dolores, cuyo recorrido partió desde la Plaza del Ayuntamiento de San Bartolomé hasta el Santuario de Mancha Blanca.
Entre parrandas, bailes, trajes tradicionales y ofrendas a la patrona de Lanzarote, se vivió una jornada marcada por la devoción, la música y el encuentro entre generaciones. La participación del pueblo reflejó una vez más la fuerza de las tradiciones y el orgullo de mantener viva la identidad cultural.
El alcalde, Isidro Pérez, destacó que “San Bartolomé vuelve a demostrar su compromiso con las tradiciones y con la cultura popular de Lanzarote". "La Romería de Los Dolores es un día de unión, devoción y orgullo colectivo, en el que nuestro pueblo muestra lo mejor de sí mismo”, dijo.
La sensación generalizada en este 2025, a pesar del calor y del día cambiante, es que ha acudido más gente a Mancha Blanca que en los últimos años. Todo a falta de cálculos oficiales y sólo con las sensaciones que los peregrinos han ido trasladando a Crónicas a lo largo del día.
Lo importante no es el número de personas, desde luego, sí el hecho de que la romería de los Dolores en Lanzarote es una de las más populares y de las más consolidadas en Canarias.
Aunque para muchos hace tiempo que dejó de ser una celebración religiosa, lo cierto es que sigue habiendo mucha gente, como se ha demostrado en este caluroso sábado del mes de septiembre, en este día 13 que por suerte para los supersticiosos no era martes, que acude a la ermita de Mancha Blanca con el convencimiento de que las promesas que realizan luego van a tener su vuelta simplemente por el hecho de que creen que la fe mueve montañas, como la Virgen de los Dolores paró lava de volcán o el día del pregón mandó algo de lluvia cuando se lo pidió el presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort.
Fiesta y diversión casi en el mismo nivel que el fervor religioso, una combinación que sumada al hecho de que la de este fin de semana es la celebración más importante de Lanzarote hacen posible que el éxito de los que convocan y de los que están pendientes de todo esté absolutamente garantizado, como finalmente, viendo las miles de personas que se han presentado en Tinajo, ha habido.
