El escritor Fernando Aramburu inauguró anoche el III Festival de Literatura de Lanzarote (FDLL25) ante un Teatro Municipal de Tías con aforo completo, en una cita marcada por la emoción, el humor y la profundidad ética que caracterizan su obra.
Moderado por Carlos Battaglini, escritor y director del festival, el encuentro llevó por título «Narrar el dolor: literatura, memoria e identidad», y ofreció un viaje por la vida y el pensamiento de uno de los autores más influyentes de la literatura española contemporánea, explica la nota enviada a Crónicas.
Aramburu recordó con ternura a su padre, «un hombre bondadoso y con un humor que me gustaría haber heredado», y confesó que aquella figura obrera fue para él un «contraejemplo luminoso»: el impulso para buscar una vida creativa. «Comprendí muy joven que quien domina las palabras, domina las situaciones».
Con ironía, relató su despertar literario en la adolescencia: «Toda mi vida consiste en cumplirle el sueño a un adolescente que quiso ser escritor». Ese sueño, nacido de la lectura compulsiva y el deseo de dominar el lenguaje, acabó transformándose en una carrera que ha dado obras tan decisivas como Patria o Los vencejos.
El autor reflexionó también sobre el papel del escritor ante el conflicto vasco: «No llegué a ese tema como si fuera un tema, sino como una experiencia personal. Crecí dentro de la violencia, y sería raro no escribir sobre ello». En Patria, explicó, quiso «mostrar cómo se vivía aquello en los pueblos, cómo el dolor se mezclaba con la rutina y la compasión».

Fiel a su tono ético y vitalista, Aramburu evocó la influencia de Albert Camus: «El hombre rebelde no es solo quien dice no, sino quien en ese no ofrece un sí. En toda acción humana debe quedar un gesto positivo, algo que sirva a los demás».
Una idea que atraviesa toda su literatura, junto al respeto como valor central: «Cuando uno respeta a los demás, está actuando de la manera más ética posible».
En un momento especialmente aplaudido, el escritor afirmó sentirse agradecido a la vida:
«Yo celebro haber nacido. No ignoro los dramas de la existencia, pero creo en la gratitud como filosofía».
El acto concluyó con un largo aplauso y una firma multitudinaria de ejemplares en el vestíbulo del teatro, donde el público tuvo ocasión de saludar al autor y compartir impresiones sobre la charla.
El FDLL25, bajo el lema «Letras de rofe y sal», celebra su tercera edición con un cartel que reúne a seis escritores y escritoras de primer nivel: Fernando Aramburu, Elizabeth Duval, Cristina Fernández Cubas, Sergio del Molino, Mónica Ojeda e Ignacio Martínez de Pisón.
El escritor y director del festival, Carlos Battaglini, destacó «la importancia de convertir Lanzarote en un territorio literario vivo, donde la palabra conecte personas, paisaje y memoria», agradeciendo la colaboración de los ayuntamientos de Tías, Yaiza y Arrecife, el Cabildo de Lanzarote, el Servicio de Publicaciones del Cabildo, Caja7, Bodegas El Grifo y otros patrocinadores.
La próxima cita será el jueves 16 de octubre a las 19:30 horas, con la escritora Elizabeth Duval, que ofrecerá la charla «La escritura como identidad política y territorio poético» en el Centro Cívico El Fondeadero (Puerto del Carmen).
Las inscripciones son gratuitas y pueden realizarse en www.fdll.es.