Martín Alonso Santana, el padre coraje que asombró el año pasado con sus reivindicaciones al Cabildo por la apertura del centro de discapacitados de Lanzarote, ha agradecido este jueves a los representantes de la Primera Corporación el “espectacular” cambio de vida que ha experimentado después de que el centro fuera finalmente inaugurado. “Desde que contamos con el centro de discapacitados en Lanzarote, estamos contentísimos”, afirmó en Crónicas Radio.
El padre de Yeray, uno de los actuales usuarios de este centro, recordó momentos como el que se produjo el pasado 7 de mayo de 2009, cuando irrumpió en mitad de una sesión plenaria en el Cabildo para criticar la decisión que el Pleno, en ese instante, acataba respecto al centro de discapacitados. Tras años de lucha por que la Isla contara con una infraestructura socio-sanitaria tan relevante y demandada como este centro, Martín Alonso recuerda que su hijo quedó sin asistencia desde el año 2007. Desde entonces todo han sido retos, problemas y esfuerzo por parte de su familia, para hacerse cargo de Yeray.
“Fueron malas prácticas”, dijo, pero” no le guardo rencor, aunque me trató muy mal. Me miró a la cara, casi me escupió y me dijo que si no había dinero, que qué quería que me hiciera”. A su juicio, “esos no eran los modos, había que sentarse a hablar. Me sentí como si yo no fuese nada, con esa prepotencia que creí que se había acabado cuando Franco murió”, precisó.
Del mismo modo que alaba la labor desempeñada por el actual consejero de Bienestar Social, Marci Acuña, critica la gestión del anterior responsable del Área, Joaquín Caraballo. “Lo siento por el señor Caraballo, pero cada vez que salíamos de una reunión con él y siempre nos decía que no había dinero, no podía dejar de pensar que “nos están engañando, nos están engañando y, efectivamente, nos estaban engañando”
Por otro lado, Martín Alonso asegura que el actual consejero del Cabildo Marci Acuña “podía haber cometido un tráfico de influencias muy importante” puesto que “había una empresa que estaba muy interesada por gestionar los servicios del centro de discapacitados de Lanzarote. La diferencia es que Marci Acuña no se dejó influenciar por esa dádiva y al final el servicio se le adjudicó a Adislan”.
Por su parte, el consejero Marci Acuña restó importancia al trabajo realizado por el actual grupo de gobierno y aseguró que la apertura del centro no era más que la obligación que le correspondía asumir a los representantes insulares. “Bastante desgracia tienen ya las personas y familias que tienen que soportar una discapacidad día tras día como para que encima les pusiéramos pegas”, dijo. “Nos parecía que era un reto importante abrir ese centro, no solo por abrirlo ya que eso ofrecía una gran calidad en los servicios asistenciales, sino porque muchas personas que llevaban años en listas de espera se están viendo beneficiadas por la apertura de ese centro. Es muy gratificante ver esas caras, tanto agradecimiento, y lo cierto es que situaciones como esta te hacen sentir orgulloso”. “No es gran cosa lo que se ha hecho”, agregó, “pero son muy agradecidos, y eso te llena de satisfacción y orgullo. Hace un año no existía ni la esperanza de que pudieran contar con un centro en condiciones, y hoy por hoy ese centro es una realidad”, sentenció.
