viernes. 02.05.2025

Luis Pastor demostró el pasado viernes en el cine Atlántida que sigue en forma encima de un escenario. Durante aproximadamente la hora y media que duró el concierto, el cantautor consiguió acaparar la atención de los más de 700 espectadores que acudieron a la sala para disfrutar de sus canciones de siempre, interpretadas junto a artistas de la talla de Miguel Ríos, Bebe o Joao Afonso.

El grupo transmitió arte y buenas vibraciones a un público variado que esperaba recordar viejos tiempos con las letras de Pastor o disfrutar con la voz en directo de ídolos más actuales, pero con lo que se encontraron todos fue con un concierto redondo en el que destacó la buena música y la calidad del directo.

Luis Pastor cantó en portugués y en castellano, a capella, con guitarra, a dúo, en solitario, cantó a la paz, al amor y a la música, pero sobre todo cantó. Y a pesar de que esto parezca una obviedad hay que agradecerle este hecho al cantautor, que forzó sus cuerdas vocales al máximo para cumplir con el compromiso a pesar de su afonía, por la que pidió disculpas nada más comenzar. Aún así hizo un repaso de los temas que se incluyen en su último disco "Dúos" y por alguno más de otros trabajos ante los reclamos del público, que se entregó por completo a la música de este "viejo" artista.

Siguen comprometidos

Pero aparte de buena música y grandes artistas, no podía faltar en un concierto de cantautor alguna reivindicación social, y todos demostraron su compromiso con la actualidad. Luis Pastor dedicó varias de sus canciones a la inmigración y a los conflictos del Líbano, y todos terminaron cantando el tema que se grabó en su momento en contra de la guerra de Irak y que ahora interpretaron como himno en contra de cualquier tipo de violencia.

El público apoyó las reivindicaciones de los músicos, y acabó en pie aplaudiendo y pidiendo una última canción que Luis Pastor cantó junto a su mujer Lourdes Guerra, que los acompañó en un segundo plano durante todo el concierto.

Gran éxito de público

La expectación suscitada por la cantidad de figuras de la canción que se reunió fue tal que, a pesar de que las entradas eran limitadas, la afluencia de público obligó a muchos de los asistentes a permanecer de pie para ver el concierto.

A los que no les fue posible acceder al interior, se les acercó la m úsica a través de las pantallas gigantes que instalaron fuera, pero tal vez estos fueran los más afortunados porque la única pega que se le puede poner al concierto es el excesivo calor que se creó en el recinto y del que se libraron los que lo disfrutaron desde fuera.

Luis Pastor deslumbra a "Dúo" a centenares de incondicionales
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