viernes. 29.03.2024

La sede de la Fundación César Manrique (FCM) en el Taro de Tahiche acoge este jueves 26 de abril, a las 20,30 h., una mesa redonda titulada Arte y derechos civiles en el nuevo (des)orden global, a la que

seguirá la inauguración de la exposición Siah Armajani FALLUJAH.

En la mesa redonda participarán el artista Siah Armajani, las críticas de arte Dore Ashton y

Lola Jiménez Blanco, y el filósofo y sociólogo Sami Naïr. Este acto contará con traducción

simultánea, por lo que el aforo es limitado.

Coincidiendo con la conmemoración del bombardeo de la ciudad de Guernica, hace 70 años, la

exposición, producida por la FCM, se organiza sobre una pieza de Armajani titulada “Fallujah”.Con ella, Siah Armajani plantea críticamente el tema de la guerra de Irak, al tiempo que dialoga

con imágenes formales del Guernica de Picasso.

“Fallujah” será expuesta en el norte de España,

en el museo ARTIUM de Vitoria (posteriormente itinerará al CEDAM de Huesca), en tanto

que la FCM desarrollará el discurso crítico que contextualiza la obra, planteado a partir de

textos del artista, de imágenes de la agresión norteamericana contra Faluya, y del material

original de trabajo que sirvió a Armajani para construir la escultura “Fallujah” (se mostrarán, en

concreto, una maqueta, tres estudios y un dibujo).

Siah Armajani nació en Teherán en 1939 y desde 1960 reside en Estados Unidos. Es uno de

los máximos representantes internacionales del denominado Arte Público, concepto que él

mismo ha contribuido a forjar a través de sus escritos. Por Arte Público entiende obras que,

por definición, demandan una función que ha de ser pública; obras que renuncian

voluntariamente a lo que se entiende convencionalmente por "creatividad artística".

Desde sus

primeras obras, que respondían a planteamientos conceptuales, Armajani ha evolucionado

hacia posiciones que le han conducido a interrogarse sobre el papel del artista y del arte en la

sociedad actual, y a proponer y realizar obras que ponen en cuestión los límites

tradicionalmente establecidos entre bellas artes, diseño, carpintería, urbanismo o ingeniería, y

cuyo objetivo es responder a necesidades reales prácticas de la comunidad a la que van

dirigidas, con el deseo de mejorar su vida cotidiana.

Armajani es uno de los máximos representantes del denominado Arte Público. Ha

evolucionado desde sus primeras obras, que respondían a planteamientos conceptuales, hasta

un tipo de propuestas que retan los límites establecidos entre bellas artes, diseño, carpintería,

urbanismo o ingeniería, destinadas a resultar útiles a la gente normal en su vida cotidiana,

insertándolos en la vida comunitaria y subrayando su función social y antimonumental.

Durante la mesa redonda Arte y derechos civiles en el nuevo (des)orden global, se abordarán las

dificultades de expresar la disidencia con respecto a la guerra de Irak en USA y, en general, el

retroceso en las libertades públicas y el recorte de derechos civiles tras el 11-S. Asimismo, se

reflexionará sobre la guerra de Irak y el papel de los intelectuales en el contexto del conflicto,

de los intereses que lo han provocado y del nuevo marco sociopolítico que ha generado.

Dore Ashton es profesora de historia del arte en la Cooper Union for the Advancement of

Science and Art de Nueva York y lectora en la Columbia University, la City University of New

York y el Pratt Institute. Fue editora asociada del Art Digest y, de 1955 a 1960, crítica de arte

de The New York Times.

Es autora de numerosos libros y artículos sobre arte moderno y de algunas biografías de

artistas célebres. Entre sus publicaciones destacan Abstract Art Before Columbus (1957), Poets

and the Past (1959), Philip Guston (1960), The Unknown Shore. A View of contemporary Art

(Coautora, 1962), Rauschenberg's Dante (1964), Modern American Sculpture (1968), A Reading of

Modern Art (1969), Richard Lindner (1969), The Sculpture of Pol Bury (1971), Picasso on Art (1972),

The New York School: A Cultural Reckoning (1973), A Joseph Cornell Album (1974), Yes but... A

Critical Biography of Philip Guston (1976), A Fable of Modern Art (1980), Rosa Bonheur: A Life and

Legend (1981), American Art Since 1945 (1982), About Rothko (1983), Twentieth Century Artists on

Art (1985), Out of the Whirlwind (1987) y Fragonard in the Universe of Painting (1988).

Sami Naïr es filósofo y sociólogo. Es también catedrático de Ciencias Políticas en la

Universidad de París VIII y profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Carlos III de

Madrid. Durante los años 70-80, dirigió, con Simone de Beauvoir, la revista Les Temps

Modernes. Además de su actividad académica, Sami Naïr ha ocupado puestos de

responsabilidad política. Así, fue Delegado interministerial para las políticas de codesarrollo y

migraciones internacionales bajo el gobierno de Lionel Jospin y eurodiputado.

Colaborador habitual en distintos diarios, El País, Le Monde, Libération o El Clarín, Sami Naïr está

considerado como uno de los grandes especialistas europeos en migraciones, codesarrollo y

política mediterránea.

Entre su obra publicada destaca: Le regard des vainqueurs, les enjeux francais de l'immigration

(1992); Le différend méditerranéen (1992); Mediterráneo hoy. Entre el diálogo y el rechazo (1995);

En el nombre de Dios (1995); Le déplacement du monde -en colaboración con Javier de Lucas-

(1996); Politique de civilisation -en colaboración con Edgar Morin- (1997); Las heridas abiertas

(1998); El peaje de la vida -en colaboración con Juan Goytisolo- (2000); La inmigración explicada

a mi hija (2001); Una historia que no acaba (2001); y El Imperio frente a la diversidad del mundo

(2003).

Lola Jiménez-Blanco es profesora titular de Historia del Arte del departamento de Historia

del Arte III de la Universidad Complutense de Madrid. Entre 1993 y 1997 fue responsable de

actividades culturales de la Fundación Amigos del Museo del Prado de Madrid.

En 1988 le fue concedido el Premio Extraodinario de Doctorado por la Tesis Aportaciones a la

Historia de los Fondos del Museo Español de Arte Contemporáneo (UCM).

Ha publicado, entre otros, los libros España. Medio siglo de arte de vanguardia, 1939-1985, 1985.

Arte y Estado en la España del Siglo XX, 1989. Los espectáculos del Arte. Instituciones y funciones del

arte contemporáneo, 1993. Juan Gris, 1999. Museo Picasso. Colección Eugenio Arias, 2001. Y es

coautora, con Cindy Mack, de Arte Español en Nueva York, 2004.

Es, además, colaboradora habitual del suplemento Cultura/s del diario La Vanguardia,

Barcelona.

Nunca se llegó a saber exactamente cuantas personas perecieron durante el bombardeo de

Guernica. El 26 de abril de 1937, aviones de la Legión Cóndor prácticamente destrozaron la

ciudad -sólo el 1% de los edificios quedó intacto-, utilizando bombas incendiarias, que

aterrorizaron a los 5.600 habitantes. Por primera vez en la historia de Europa, la población

civil estaba siendo el objetivo de un ataque aéreo masivo que comenzó a las 16:40 y se

prolongó durante unas tres horas.

En contra de las pautas establecidas internacionalmente, ningún país pasó a denunciar este

acto de barbarie. Al contrario, las autoridades decidieron mantener el silencio. Tampoco se

esforzaron en desmentir la historia inventada por los falangistas de que los habitantes de

Guernica habían incendiado la ciudad por su cuenta, después de intentar negar lo ocurrido.

Pero la táctica más eficaz para quitarle importancia al asunto fue evitar mencionar el número

de muertos. En la prensa, se evitó dar cifras, a pesar de que sólo el. Probablemente, el suceso

hubiera pasado desapercibido, si no hubiese sido por el cuadro que Pablo Picasso dedicó a las

víctimas de la guerra y, previamente, por el testimonio de los corresponsales angloamericanos

que difundieron imágenes de la devastación.

La obra Guernica consiguió

sensibilizar al público internacional desde que fue mostrada en la Exposición Internacional de

1937, celebrada en París.Ahora, 70 años más tarde, las cosas no parecen haber cambiado. Después de Guernica, han

sucedido otras muchas masacres: Hiroshima, Nagasaki, Halabja, Beirut, Dresden, Srebrenica y

Bagdad. En 2004, el nombre de la ciudad iraquí Faluya se incorporó a esta lista de ciudades

sitiadas y masacradas.

Siah Armajani (Teherán, Irán, 1939) ha reconocido, en el ataque brutal

llevado a cabo por el ejército norteamericano, semejanzas con los sucesos acaecidos en

Guernica. Al igual que Picasso, Armajani, con su impresionante pieza Fallujah, rompe el

silencio, recordando que estamos hablando de vidas, des seres humanos, de un execrable

acto de barbarie, extensible a la infame guerra y ocupación de Irak, cuyo caos y muertes se

acrecientan con el paso de los días y continúa perturbando nuestras conciencias.

En Faluya, el ataque masivo e indiscriminado del ejército americano produjo la destrucción del

60% de las viviendas ―el 20% fueron destruidas totalmente― y más de 5.000 muertos

estimados, entre miles y miles de exiliados ―unos 300.000 en un primer momento―,dejando una ciudad devastada, entre restos no sólo de cenizas y de muerte, sino también de

la ignominia del fósforo blanco y las bombas de racimo, según han certificado diversas

investigaciones. Picasso declaró que el toro que aparece en su obra maestra, representa la

brutalidad.

El caballo, a su vez, alude al pueblo. De estos dos animales, Armajani ha

recuperado el caballo -también las llamas aluden al Guernica-, que ha transformado en un

caballo de balancín. Sobre el juguete ha colocado el título de la canción de Chuck Berry

"Johnny Be Good" (Johnny, pórtate bien).

Armajani (de)construye una austera y emocionante metáfora del bárbaro ataque a la ciudad

iraquí y, por extensión, de la desgracia y el dolor que cualquier guerra provoca siempre. Para

simbolizarlo, toma como referencia la casa y los objetos de la vida cotidiana -colchones, silla,

mesa... el hogar, en definitiva-, desordenados, envueltos en la soledad de la ausencia

humana. Con su gesto, Armajani convierte el arte público en un grito de protesta y de coraje

moral que, en primer lugar, se aleja de cualquier silencio cómplice, y, a continuación, censura

tanto el horror del conflicto bélico como la actitud intolerable del gobierno norteamericano.

Es un grito de denuncia y de solidaridad al mismo tiempo: un ejercicio de memoria de la

infamia, pero también de participación democrática diciendo "no" en momentos dulces para la

mentira de estado, las políticas imperiales y el recorte de los derechos civiles, en medio de la

mayor insensibilidad hacía "el otro" diferente y hacia los derechos humanos, en general.

Armajani rompe con la lógica del miedo y, desde una concepción del artista como ciudadano

responsable frente a su tiempo, reivindica el sentido cívico de la actividad creativa, su relación

con el tiempo y la historia. Así es su arte público de "acción democrática", que vincula arte y

sociedad, espacio y tiempo, artista y ciudadano, estética y ética, cultura y política.

La FCM inaugura este jueves la exposición Siah Armajani Fallujah y la mesa redonda Arte...
Comentarios