El Guincho-Ecologistas en Acción presentará este viernes las alegaciones oportunas para evitar la construcción de una escalera que una los complejos de apartamentos y hoteles de Las Coloradas, en Playa Blanca, con el mar.
Se trata de un proyecto de la empresa promotora RiverSun Inmuebles SL, incluido dentro del Plan Parcial San Marcial de Rubicón, con el que se pretende colocar una escalinata en el risco que facilite el acceso de los huéspedes al mar y a una “especie de artilugio parecido a un pantalán”. Así describía Pedro Hernández, líder de Isla Alternativa, el proyecto que ha pedido licitación a la delegación de la Dirección General de Costas en Canarias para su construcción.
Los principales argumentos del grupo ecologista para rechazar esta propuesta son el impacto paisajístico que provocaría la escalinata y la pasarela de 15 metros y que el proyecto obvia la existencia de una playa a unos 100 metros, por lo que no sería necesaria esta estructura para acceder al mar.
Además, el informe presentado en las alegaciones hace hincapié, entre otros muchos fundamentos, en que los hoteles y complejos de apartamentos de esta zona cuentan con una sentencia del Tribunal de Justicia de Canarias que anula sus licencias.
Error medioambiental
Según explicó Hernández, ya en 2001 el Plan Parcial de Las Coloradas había presentado una iniciativa parecida aunque “muchos más agresiva con el medio ambiente”, aseguró el ecologista.
Esta primera propuesta incluía un proyecto para regenerar la playa con un dique y cinco pantalanes, una licencia que no se concedió por Ministerio de Medio Ambiente gracias a las alegaciones presentadas en aquel momento por El Guincho, Adena y la Fundación.
Aunque la empresa promotora presentó un recurso, la Audiencia Nacional lo rechazó al entender que el daño en el entorno era elevado.
Aunque Hernández reconoce que el nuevo proyecto del Plan Parcial de San Marcial de Rubicón es “menos agresivo porque no incluye una regeneración de la playa”, sigue incluyendo propuestas inviables con el “enclave único del risco de Las Coloradas”.
Para el ecologista, esta iniciativa quiere justificarse en una necesidad de conectar a los huéspedes con el mar que no es real, al obviar que existe una playa a pocos metros.
Por lo tanto, lo que se conseguiría con esta escalinata no contribuye a solucionar nada sino que, muy al contrario, contribuye al deterioro de un paisaje único.
La escalera estaría construida en pleno acantilado y constaría de una base de hormigón y una escalinata de unos 15 metros, además, al final de la misma se incorporaría, ya en el mar, un “artilugio parecido a un pantalán de 12x6” para facilitar el acceso a los bañistas y el acercamiento a la costa de la actividad relacionada con deportes náuticos.
A la espera de Costas
La licencia debe ser concedida por la Dirección General de Costas, ya que se trataría de una intervención en suelo de dominio público. Con la finalización del plazo de alegaciones la decisión queda ahora en manos de esta administración, que Hernández espera que tenga en cuenta que “en el propio proyecto se admite que se va a provocar un impacto paisajístico irreversible”, concluyó.
Y es que a pesar de que el diseño de la escalera intenta mimetizarse con el paisaje recubriendo la estructura de hormigón con materiales al estilo de la piedra volcánica, el resultado nunca será el mismo. Así lo estima Hernández, que explicó que además se trata de una formación geológica de gran valor que conforma un paisaje único gracias a las vetas rojizas que cortan la superficie rocosa.
Para El Guincho este tipo de intervenciones no hacen más que continuar en la línea de deterioro paisajístico y medioambiental que se viene practicando con especial incidencia en la zona sur de la Isla, y Hernández recordó que estas actuaciones son las que están propiciando consecuencias tan nefastas como el desplazamiento de la arena de las playas de Papagayo y otras muchas de este tipo a lo largo de esta zona de costa hasta Pechiguera.
